Miles de personas se juntaron en los puntos más significativos de cada barrio y ciudades del país para manifestarse en contra de las medidas del gobierno de Alberto Fernández a poco más de 8 meses de gestión.

Como en cada fecha patria, desde aquel 20 de junio inicial motivado por el caso Vicentín, la oposición al gobierno nacional se organizó mediante redes sociales para hacer sentir su disconformidad en las calles, más allá de las recomendaciones de distanciamiento social. Miles de personas colmaron las calles, con foco principal en el Obelisco de la ciudad de Buenos Aires, pero se repitió la escena en varios puntos del país.

La marcha tuvo como lema “En defensa de las Instituciones” atento a que los manifestantes consideran que las medidas tomadas por el Presidente atentan contra las libertades institucionales de la república. El foco principal estuvo puesto sobre la reforma judicial y los casos de corrupción de los cuales se los acusa a algunos funcionarios y allegados al gobierno kirchnerista.

La concentración recibió críticas desde el oficialismo porque consideran que un “grupo minoritario” expone a la mayoría que se está cuidando contra la pandemia. Muchos se manifestaron desde sus autos para evitar posibles contagios, pero otra gran parte se manifestó a pie, algunos con barbijo, y con dificultad para respetar el distanciamiento social por la cantidad de asistentes.

Dentro de las personalidades que se vieron en la marcha, se encontraban el actor y dirigente radical, Luis Brandoni y el ex secretario de medios Hernán Lombardi, quienes se reunieron en la esquina de avenida Córdoba y Libertad rodeados de unos “flota flota” celestes para mostrar simbólicamente que se debía manifestar con al menos dos metros de distancia entre personas. Por su lado, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien bajó de su auto para grabar un video dirigido a Alberto Fernández en el cual le pidió por los afectados de la cuarentena y agregó: “También decirle que es hora de que levante la reforma de la justicia. No se puede hacer una justicia a la medida de la impunidad”

Más allá de su epicentro en el Obelisco y Plaza de Mayo, la manifestación de hizo sentir en todo el país. En las puertas de la Quinta de Olivos y en puntos clave de barrios del Conurbano, incluso en La Matanza, bastión del peronismo kirchnerista. Con fuerza, se hicieron escuchar no solo en la “Argentina del Centro” que apoya a Juntos por el Cambio y conforman Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, sino también en provincias del norte, algunas opositoras al gobierno como Salta y Jujuy, donde la situación sanitaria está colapsada por el Covid-19 y otras donde el peronismo sostiene su poder permanente, como Santiago del Estero y Tucumán. La Patagonia no fue la excepción, Bariloche, Ushuaia, punto más austral del país y hasta la cuna del Kirchnerismo, Rio Gallegos escucharon el ruido de quienes se oponen al gobierno de Alberto Fernández.

Una manifestación que muestra que el desgaste, es más fuerte que el miedo y la prevención del Covid. Que la grieta está más fuerte que nunca en nuestro país y se extiende de norte a sur y de este a oeste. Que la unión duró poco, al comienzo de la pandemia. No es un gesto más. Las calles siempre fueron peronistas, pero ahora, su oposición, no tiene miedo de salir a coparlas, incluso con un enemigo dando vueltas. Habrá que seguir trabajando mucho y en serio, si se quiere lograr la famosa unidad nacional.