Se cumple un nuevo aniversario del atentado a la AMIA y a pesar del tiempo, el pedido sigue siendo el mismo: memoria y justicia.
Era un lunes como cualquier otro, aquel 18 de julio de 1994 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los únicos ruidos que se escuchaban era el de los autos y el murmullo de quienes comenzaban sus actividades del día. Hasta que a las 9.53 una explosión trajo el silencio más profundo que se pueda escuchar y la gran ciudad, entro en pausa por unos segundos mientras duró el shock. Luego, comenzó lo que hasta hoy perdura: el dolor.
Un coche bomba había hecho volar la AMIA. Los gritos y la desesperación se adueñaron del barrio porteño de Once, pero también de toda la ciudad, de todo el país, a medida que iba corriendo la noticia. El horror circulaba entre cada escombro del edificio, dejando imágenes tan tristes como inolvidables. Los edificios cercanos, también sufrieron las consecuencias de la locura. 85 muertos y más de 300 fallecidos. Argentina tenía que lamentar el mayor atentado terrorista de su historia.
Nuevamente, al igual que en 1992 en la embajada de Israel, el terrorismo se ponía en el centro de la escena en nuestro país. Otra vez las dudas, las confusiones y la impunidad. Otra vez la muerte, producto de extremismos inexplicables, que cortan la vida de inocentes que lejos están de ser los culpables de sus ideas.
El acto de aniversario fue realizado ayer, para hoy dar lugar al cumplimiento del Shabat, el día sagrado de descanso para el judaísmo y fue realizado de manera virtual debido al Aislamiento Social producto del Covid-19. El evento fue encabezado por el presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum.
«Hace 26 años vivimos en impunidad, el terrorismo gana la batalla y la democracia no puede saldar una de sus deudas más vergonzantes», afirmó Eichbaum en su pedido de justicia. Además solicitó que el Estado redoble sus esfuerzos para que haya justicia y que los tres poderes avancen para que la causa AMIA tenga un juez que pueda abocarse a tiempo completo.
En el discurso, el presidente de AMIA afirmó que la responsabilidad de Hezbollah está completamente probada en el expediente judicial. Esta organización terrorista islámica musulmana chií libanesa, es la principal apuntada, recordando su participación en el gobierno de Irán al momento de ocurrir el atentado.
Finalmente, también hubo un pedido de justicia para la muerte del Fiscal Alberto Nisman, quien estaba a cargo de la Unidad Fiscal para la Investigación de la Causa AMIA (UFI-AMIA): «es inconcebible que pasen los lustros y todavía no se sepa la verdad de lo que pasó con la muerte de Nisman».
26 años después, la causa sigue impune. Miles de idas y vueltas inconcebibles, ya que se trata de algo que tiene un camino de ida, pero lamentablemente no tiene camino de vuelta: la muerte. Por quienes perdieron la vida en medio del horror, hoy y siempre, Memoria y Justicia.