La naturaleza sigue pagando consecuencias y el fuego es la más cruda manifestación. Las especies mueren por falta de alimento y refugio. Pero también hubo animales sacrificados.
El saldo de uno de los mayores incendios forestales en la historia de Australia ya dejó 26 muertos, más de 2.000 viviendas destruidas, más de 5 millones de hectáreas arrasadas y mil millones de animales afectados. Devastador.
Lo que amplifica (increíble) aún más la situación es que el fenómeno podría terminar siendo fatal para muchas más especies. Muchas mueren después del fuego por falta de alimento y refugio o son devorados por otros animales. Las imágenes entregan canguros, koalas, aves, con quemaduras. Ni hablar de los menos visibles insectos, invertebrados y reptiles.
Así, desde Australia, la naturaleza le recuerda a la humanidad los efectos del cambio climático. Pero eso no es todo: también a bordo de helicópteros se sacrificaron a más de 5 mil camellos para evitar disturbios en las rutas y proteger zonas aborígenes al evitar que los animales, sedientos y en busca de comida, llegarán a las comunidades donde justamente los recursos escasean.