Las Primarias Abiertas, Simultaneas y Obligatorias dejaron no solo una dura derrota para el oficialismo, sino conclusiones en la principal coalición opositora y también, un fuerte mensaje de la sociedad. Comienza la carrera para noviembre.
Tras la postergación de cinco semanas producto de la pandemia del COVID-19, las Elecciones primarias en Argentina se desarrollaron con total “nueva normalidad”. Alcohol en gel, termómetros, distanciamiento social y filas al aíre libre fueron las imágenes que dejó una elección de protocolos.
Muchas eran las cifras previas y más aún, a pesar de la veda, las cifras que durante el acto electoral diversos medios y personalidades se animaban a dar utilizando las mil y un artimañas que les permitiera “evadir” la Ley Electoral. Ninguno de todos los números que se mencionaron terminaron reflejando la realidad.
Por las 18 horas, cuando cerraron los comicios, Vidal y Santoro, con una mirada de mano a mano más allá de la interna de Juntos por el Cambio, estaban voto a voto y muchos se animaban a dar al candidato del oficialismo nacional como el más votado en la Ciudad. Victoria Tolosa Paz, ocho puntos por encima de la suma de Santilli y Manes, era otro de los datos que sobrevolaban la tarde/noche del domingo.
Pero pasaron cosas. Las primeras cifras de mesas testigo empezaban a dar triunfos sorprendentes de Juntos por el Cambio en el interior del país. Santa Cruz, Chubut y hasta San Juan era algunos de los números que comenzaban a generar sorpresas. A pesar de ello, algunos precandidatos en el Frente de Todos se mostraban con sonrisas y bailes, lo que permitía deducir que los datos en la provincia de Buenos Aires, podía equilibrar lo que ocurriera en otros sitios del país.
Pero pasaron cosas capitulo dos. El cronograma de oradores en el bunker del FdT se frenó, se conocía que ya había una gran cantidad de mesas escrutadas, pero no se daban a conocer las cifras oficiales. A diferencia de lo que ocurría minutos atrás, se empezaba a observar el optimismo en la vereda amarilla. Cuando desde el Correo se publicaron los primeros datos, se terminó de entender el porqué del cambio de clima en la tarde del domingo.
Juntos ganaba la provincia por cinco puntos sobre Frente de Todos, Vidal no solo le ganaba a Santoro por más de siete puntos, sino que la suma de las tres listas amarillas duplicaba lo que había logrado sacar el oficialismo nacional en un distrito siempre esquivo, aunque esta vez con un golpe más fuerte.
Córdoba, Santa Fe y Mendoza volvían a teñir el centro del país de amarillo, pero esta vez se le sumaban Entre Rios, La Pampa, Buenos Aires (Ciudad y Provincia), Jujuy, Misiones, Chaco, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Corrientes y San Luis. Fueron 15 los distritos que le aportaron un total de 41% de votos a nivel país y la convirtieron en la principal fuerza política, al menos, por estas PASO.
Relegado a 10 puntos quedó el Frente de Todos, en una de las peores derrotas de la historia del peronismo/kirchnerismo, que solo se quedó con siete provincias del norte (San Juan, Catamarca, La Rioja, Tucumán, Santiago del Estero, Formosa y Salta). Por último, el MDN triunfó en Neuquén y Juntos Somos Rio Negro en su territorio.
De confirmarse estos resultados en noviembre, el FdT pasaría a tener 35 Senadores, de los 41 que cuenta hoy en día lo que significaría la pérdida de la mayoría y el Quorum propio. En la Cámara de Diputados el contexto sería aún peor para el oficialismo. De ser primera minoría con 120 legisladores, pasaría a ser segunda minoría con 115, mientras que Juntos por el Cambio ocuparía el primer lugar incrementando cuatro legisladores (114 a 118).
Con vistas a la elección general, los ahora candidatos, deberán buscar la consolidación de sus votantes y ver de captar los votos de las fuerzas que no lograron alcanzar el 1,5% requerido para superar las PASO, los cuales son más de 800 mil sufragios.
Las consecuencias del resultado electoral son fuertes, las conjeturas son muchas, hay vencedores y vencidos que se empiezan a posicionar fuertemente con vistas al 2023. Ya habrá tiempo para eso, ahora son solo dos meses para la definitoria, aunque mucho parece haber quedado resuelto en el día de ayer.