Se trata de los restos fosilizados del ictiosaurio más grande de Gran Bretaña, conocido como «dragón marino». Es el esqueleto más grande y completo de su tipo encontrado hasta la fecha en el país.
El hallazgo se dio en la reserva natural de Rutland Water, de la mano de Joe Davis, líder del equipo de conservación en Leicestershire y Rutland Wildlife Trust, durante el drenaje rutinario de una laguna para remodelar el paisaje en la reserva.
El ejemplar tiene aproximadamente 180 millones de años, su esqueleto mide alrededor de 10 metros de largo, y su cráneo mide dos metros y pesa una tonelada. Según los periódicos locales, se trata del ictiosaurio más completo jamás encontrado en Gran Bretaña.