El avance de la pandemia y las definiciones por parte de los Estados para «encerrar» a los que no desean vacunarse, hace crecer los certificados sanitarios truchos y la demanda eleva los valores a porcentajes exorbitantes.
La información fue suministrada por la empresa de ciberseguridad Check Point® Software Technologies Ltd., la cual alerta de una nueva oleada de falsificación de certificados de pruebas y vacunación en medio del gran impacto mundial de Omicron. Mientras los países de todo el mundo introducen o refuerzan las medidas para controlar la propagación de la nueva variante, los vendedores de certificados falsificados han incrementado su actividad en las últimas semanas.
La Unión Europea cuenta con un plan de pasaportes COVID-19 desde julio de 2021, y muchos otros países, como en Argentina siguieron su ejemplo con los pases sanitarios. Los viajes internacionales también han vuelto a depender en gran medida de la vacunación o de pruebas.
La alta transmisibilidad y la rápida propagación de la variante Omicron, combinada con los problemas en torno a la dotación y el suministro de pruebas de PCR, creó una “oportunidad de mercado” que los ciberdelincuentes están tratando de explotar una vez más. Según Check Point Research (CPR), al menos un grupo que estuvo activo durante la oleada de la variante Delta, pero que se quedó en silencio en octubre de 2021, resurgió para sacar partido de la situación. Los clientes potenciales podrían ser personas que han dado positivo, que se han negado a hacerse la prueba o que no están dispuestas a vacunarse, optando en cambio por buscar alternativas en Internet.
Los precios de venta de los certificados falsos de vacunación se han incrementado hasta un 600%
Asimismo, los investigadores han descubierto un aumento espectacular del precio de certificados de vacunación y de pruebas fraudulentas. Poco después del anuncio inicial de los certificados de vacunación en 2021, las pruebas falsas de PCR y de antígenos se vendían normalmente entre 75 y 100 dólares. En este último despliegue de la dark web, esos mismos documentos tienen un precio de entre 200 y 600 dólares, lo que supone un incremento de hasta el 600%.
«Sin un sistema centralizado de certificación de pruebas y vacunación, es muy fácil que los estafadores aprovechen la situación actual en su beneficio. Grupos de ciberlincuentes que han estado inactivos durante meses resurgieron para recaudar lo que puedan en este cambiante panorama de la pandemia», alerta Eusebio Nieva, director técnico de Check Point Software para España y Portugal. “Los países de todo el mundo han reforzado sus restricciones, pidiendo a los ciudadanos que presenten resultados negativos en las pruebas o certificados de vacunación antes de que se les permita entrar a eventos masivos y reuniones, y los viajes internacionales se han vuelto más difíciles debido al aumento de los casos. Esto, combinado con los problemas de suministro de los kits de pruebas y la indecisión general sobre las vacunas, ha creado una tormenta perfecta para los estafadores. Vuelven a operar con confianza, como lo demuestra el audaz y dramático aumento de los precios que estamos viendo en el mercado negro. Los gobiernos deben unirse rápidamente para combatir esta última oleada del mercado negro o arriesgarse a ver cómo aumentan los documentos falsificados en las próximas semanas y meses», concluye Nieva.