El Gobierno argentino redujo el ritmo de recorte en el gasto público en octubre, en medio de expectativas de un gasto más alto para los últimos meses del año.
Los primeros datos de octubre, recopilados por la consultora Analytica, revelan una caída real del 27% en el gasto primario en comparación con el mismo mes del año anterior, marcando una desaceleración respecto al recorte del 30% en septiembre. Este cambio refleja un ajuste más moderado en áreas clave como las jubilaciones, que por la fórmula automática de movilidad ya no podrán ser reducidas al mismo ritmo que en la primera mitad de 2024.
El Ministerio de Economía prevé que el superávit acumulado le permitirá afrontar el incremento del gasto previsto para noviembre y diciembre sin comprometer el equilibrio fiscal. Según Claudio Caprarulo, economista de Analytica, la administración compensó parte de este gasto con la congelación de bonos y una reducción del 80% en la obra pública.