Se vienen las vacaciones de verano y los operadores locales ya avisaron que Brasil está más barato para los argentinos por el valor de cambio, por lo que temen por un éxodo de turistas.
Como contrapropuesta, una semana de vacaciones en Florianópolis, en el sur de Brasil, cuesta $ 140.000 por un departamento de dos ambientes a cinco cuadras de la playa, vuelos desde $ 550.000 y pasajes de bus a unos $ 350.000 (ida y vuelta).
La cuenta cerraría mejor si las personas deciden no comer ni hacer ningún tipo de consumo: los alimentos en Brasil están notablemente más baratos que en nuestro país.
Entre el «shock de políticas muy regresivas en los primeros tres o cuatro meses del gobierno de Javier Milei», la devaluación mensual del 2% dispuesta por el Gobierno, el fin de acuerdos de precios, los tarifazos de servicios y otros factores, el costo de vida local se volvió muy alto y muchas personas ya piensan en Ezeiza o Retiro para cambiar el aire, al menos durante las vacaciones.