No aprendemos más: al menos el 70% de los residuos en las playas bonaerenses son plásticos. El dato proviene de la sexta edición del Censo Provincial de Basura Costera Marina y genera varios interrogantes.
El plástico representa el 85% de los residuos que llegan a los océanos y advierte que, para 2040, los volúmenes de este material que fluirán hacia el mar casi se triplicarán, con una cantidad anual de entre 23 y 37 millones de toneladas, según la ONU.
Por más de que se haya creado este “Banco de Plásticos” para financiar el reciclado en Argentina y ya estén tratando de juntar estos materiales a través de un sistema revolucionario, el tema aún sigue afectando a las playas del país.
Más del 70% de los residuos de las playas bonaerenses son plásticos, arrojó como resultado la sexta edición del Censo Provincial de Basura Costera Marina, llevado a cabo por diferentes organizaciones en las principales ciudades costeras de la provincia de Buenos Aires, donde participaron más de 400 voluntarios, informó la Fundación Vida Silvestre Argentina.
La iniciativa, que se realiza desde 2016 y que este año cubrió un área total de 410.864 m2 entre septiembre y octubre de 2022, expuso que de un total de 35.741 residuos, el 73,7% estuvo constituido por plásticos, lo que indica una vez más que son los residuos más abundantes en las costas bonaerenses.
«Esta vez participaron 20 organizaciones más 16 localidades costeras en la provincia de Buenos Aires y todos los años se repite lo mismo. Colillas de cigarrillo y fragmentos plásticos están en la punta de todo esto. Por el sol, el viento, el mismo agua, se van partiendo y generando estos fragmentos», aseguró Fernando Miñarro, Director de Conservación, en entrevista con el periodista Sebastián Alonso por la señal UNIFE.
Por qué afecta a la salud del hombre
Según explicaron, toneladas diarias de basura llegan a los mares a través de los sistemas de drenaje urbanos (como las bocas de tormenta y los pluviales), la desembocadura de los ríos y por la acción del viento que los traslada, sumado a lo que directamente arrojan las personas en los ambientes costeros o la descarga desde las embarcaciones.A su vez, el mar recoge los residuos durante la marea alta y los transporta hacia otros sitios, que pueden no ser el origen de estos residuos.
Miñarro afirmó: «Es un problema gravísimo, una de las amenazas ambientales que viene creciendo en el mundo. Los seres humanos llegamos a consumir ese plástico también, queda por ejemplo adentro de los peces que podemos llegar a consumir».
De todos los residuos sólidos posibles, los plásticos son los más abundantes en el mar y las costas y debido a la erosión producida por el sol, el mar o los microorganismos, estos residuos se van transformando en fragmentos cada vez más pequeños, como los microplásticos (menores de 5 mm) y los nanoplásticos (menores de 1 um).»Al ser consumidos por los organismos marinos, estos contaminantes pasan a través de la red trófica llegando inclusive al ser humano», advirtieron desde Vida Silvestre y precisaron que los seres humanos consumen unos 5 gramos de microplásticos por semana a través de los alimentos, el agua y el aire; es decir, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito.
Ante la pregunta de Sebastián Alonso sobre los peligros para las especies, Miñarro detalló: «La contaminación afecta a al menos 32 especies marinas. Es algo que afecta a todo el ecosistema y pensemos que muchas veces desconectamos lo que pasa en la ciudad con la posibilidad de que esos residuos lleguen a las costas. Esos residuos que tiramos en la calle llegan a través de las bocas de tormenta al mar, hay que tener conciencia». Y remarcó: «El proceso de contaminación y producción de plásticos hoy se sigue acelerando».
Pensar en la desplastificación
Para entender qué es la desplastificación, en primera instancia, habría que dividirla en dos. Primero, en “Des”, prefijo latino que significa “dejar de…” y, por el otro, “plastificación”, que se refiere al proceso de plastificar. Ahora es simple comprender el concepto: “Dejar de plastificar, dejar de producir plásticos”.
En relación a esto, en UNIFE, Miñarro argumentó que «el mejor residuo es el que no se genera». «Hay que trabajar fuerte cada uno desde su lugar. Hay que evitar consumir plásticos de un solo uso. Si vas a comprar alimentos sueltos ir con tu frasco, o tupper. Y trabajar también en las regulaciones para ir cambiando esta situación», precisó.
Ahora bien, el plástico descartable está presente en casi todo lo que comemos, ya sea un alimento congelado o incluso una bebida; es parte de nuestra vida. De acuerdo a National Geographic, cada minuto se venden más de un millón de botellas de plástico en el mundo. Entonces si está tan incorporado en nuestra vida ¿es realmente factible dejar de consumirlo?