A contramano de la compleja situación del país, dos hermanos de Junín le hacen frente a la crisis con una gran opción gastronómica y no paran de crecer.

El ritmo agitado de Capital Federal no cesa en el barrio porteño de Palermo. Sin embargo, entre el bullicio, los cafés, sus colores y las bicicletas, hay una opción gastronómica que en tiempo récord empieza a distinguirse del resto y es cada vez más elegida por las celebridades: la Parrilla Don Benito y, recientemente, Don Benito Gourmet.

No solo sorprenden por haber visto la luz en medio de la pandemia, cuando los cierres de negocios se multiplicaban. Esa inauguración se completa con un llamativo y celebrado crecimiento en medio de la difícil situación económica de Argentina. Pero no es casualidad.

Detrás hay una búsqueda y mucho trabajo de jóvenes emprendedores. Agustín (28) y Manuel Benito (25) hermanos y socios que llegaron a CABA desde Junín en su juventud dispuestos a progresar y, en esta oportunidad, a invertir en una idea que está dando que hablar.

Exclusiva cocina, sofisticada, y una exclusiva atención, cálida y detallista. El éxito de sus dos locales gastronómicos se explica en dos claves. Desde que se abrió el primer local, hace menos de dos años en Gorriti y Humboldt, el boca en boca se extendió y sus mesas suelen estar ocupadas. El bonus se lo dan los famosos, del ámbito del deporte o el espectáculo, que se hicieron habitué del lugar.

Así se lo ha visto por allí en los últimos días al Kun Agüero. También a Paula Paretto. Muscari, Graciela Alfano, Pachano. Francella.

La lista es larga y suma nuevos comensales día a día. La distinguida ubicación, los contactos de sus dueños, que son representantes de futbolistas, la popularidad de Don Benito también tiene varios argumentos.

Lo cierto es que la marca empieza a establecerse como un clásico de la zona de Palermo Hollywood. Carnes, pastas, fiambres, platos abundantes y de bodegón. Las opciones son nutridas en Don Benito y se presentan con una elaboración diferente y distinguida en la opción Gourmet, situada sobre calle Borges y conectada con un reconocido hotel porteño.

El sistema funciona y la incertidumbre de los hermanos por abrir locales gastronómicos en pandemia, a finales de 2020, se convierte en satisfacción al comprobar que Don Benito es cada vez más elegido y su sueño concretado llegó para quedarse.