Se aproxima una nueva renovación del Aislamiento social, preventivo y obligatorio en el país, y ya muchos hablan de un endurecimiento de la medida en el AMBA. Cuál era la situación de casos en cada una de las renovaciones.
El 19 de marzo del 2020 se convirtió en un día histórico para nuestro país. Por primera vez en la historia, Argentina entraba en cuarenta absoluta tras el anuncio del Presidente de la Nación. El Covid-19 ponía en jaque al territorio nacional, a pesar de que días atrás el propio ministro de Salud, Gines González García afirmaba que era difícil que el virus penetrara nuestras fronteras; esas que ahora se encontraban cerradas.
Para ese entonces, el país registraba 128 casos y tres fallecidos. El anuncio del llamado Aislamiento social, preventivo y obligatorio se daba solo 16 días después del primer caso en el territorio nacional, lo que algunos veían como demasiado anticipado y otros como una gran medida para preparar al sistema sanitario. Claramente, como no podía ser de otra manera, un tema así, también se vería atravesado por la grieta.
La cuarentena se extendería del 20 al 31 de marzo, con ayuda del movimiento del feriado del dos de abril para evitar que incluya muchos días laborables que se perderían. Todo era novedad. Incluso algunos discutían sobre el término “cuarentena” ya que hace clara referencia a 40 días y el anuncio era solo por once… que ilusos. El término finalmente quedo simbólico pero porque nos aproximamos a los 100 días de aislamiento.
Finalizada esa etapa, Argentina tenía 1.054 casos y 27 fallecidos. Se había logrado el primer objetivo. El crecimiento había sido paulatino, la curva se veía “achatada”. Incluso, otros países como Chile, Ecuador o Brasil ya empezaban a mostrar signos de preocupación por sus situaciones y nosotros, dábamos impresión de tener la situación bajo control. Por eso, el Presidente anunció la extensión del aislamiento hasta el 12 de abril y las pascuas se pasarían cada uno en su casa.
2.208 casos fue el acumulado finalizada la segunda prórroga. La duplicación de casos había pasado a 15 días y un nuevo objetivo estaba cumplido. A pesar de ello, ya había que lamentar 95 fallecidos y con la frase “aún no ganamos la batalla”, Alberto Fernández dio una nueva conferencia en la que por tercera vez extendió el aislamiento hasta el 26 de abril. La cuarentena tendría ya para ese entonces 37 días y su nombre se acercaría a la realidad.
Nuevamente, como para ese entonces ya era tradición, se dio una conferencia del Presidente. Con 3.892 casos, los números comenzaron a alarmar. El AMBA empezaba a ser un foco de gravedad y los días de duplicación de casos empezaban a bajar. Ya sin tanto tono victorioso, se volvió a anunciar una prórroga del aislamiento por 14 días, aunque con anuncios de flexibilizaciones ante una economía que empezaba a presionar.
El 10 de mayo Argentina ya contaba con 6.034 contagiados y 305 fallecidos. «Las cosas están ocurriendo como lo habíamos planeado; la cantidad de casos se ha logrado ralentizar, y la cantidad de fallecimiento está dentro de lo que podía ocurrir», afirmaba Fernández quien además sostenía que no le iban a «torcer el brazo» con los pedidos de una vuelta a la normalidad, que para ese entonces eran cada vez más fuertes. Las flexibilizaciones llegaron para algunas provincias pero el aislamiento seguiría, al menos, catorce días más.
Con 12.628 positivos, el 25 de mayo fue una fiesta patria sin mucho para celebrar. La cuarentena era un hecho que se prorrogaría y la situación sanitaria era cada vez más complicada. Los casos comenzaban a crecer exponencialmente a diario y la situación en el AMBA seguía siendo preocupante, principalmente en las villas de la Ciudad. Mientras tanto, el resto del país, salvo zonas como Chaco, Rio Negro y Gran Córdoba, empezaban a retomar cierta normalidad.
La sexta etapa ya mostró una realidad que nadie podía dudar de su complejidad. Casi 23 mil casos y actualizaciones diarias que se acercaban a los mil. Los muertos ya se aproximaban a los 600 y el virus había explotado en los barrios más humildes del conurbano. Insólitamente en los lugares donde mayor cuidado se tendría que haber tenido, se daba la peor de las situaciones. La mayoría del territorio nacional abandonaba el Aislamiento y entraba en etapa de Distanciamiento, pero el AMBA debía continuar.
Solo ha pasado una semana de la nueva prórroga y el panorama es aún peor. Los fallecidos aumentaron en 190, lo que representa un 22% del total en tan solo siete días. Los casos confirmados alcanzaron la cifra de 32.785, subiendo a más de mil por día y aumentando un 30% en esta semana. Esta situación ha hecho que ya se hable, cuando todavía faltan 12 días para el final de esta etapa, de una nueva extensión en el AMBA y que podría ser anunciada antes de lo esperado y con más restricciones para evitar que la situación sea más crítica.
Los expertos afirman que esto estaba en los planes y que podemos estar muy próximos al famoso pico de la pandemia en el país. Pero a su vez, funcionarios de la provincia de Buenos Aires sostienen que si el incremento de casos se mantiene en estos niveles, el sistema sanitario podría verse colapsado a mediados de julio.
Serán días de reuniones y definiciones. El margen de error se achica. Cada paso que se dé no puede fallar, porque un error puede ser fatal ante esta situación. Argentina se juega sus horas más críticas durante la pandemia para ver si continúa siendo uno de los países con mejor manejo de la situación o se suma, a los negativos ejemplos de colapso sanitario.