Según un informe emitido por el Observatorio Social de la Secretaría de Medios y Comunicaciones de la Universidad Nacional de La Matanza, los números de percepción negativa registran crecimientos constantes desde el inicio de la cuarentena.
El informe fue realizado mediante una comparativa de encuestas que se hicieron en los meses de abril, mayo y junio, permitiendo ver la evolución de la percepción de la población del AMBA en relación a diversos aspectos del Aislamiento. El resultado arroja un crecimiento de los números vinculados a opciones negativas, muestra del agotamiento producto de la extensión de la cuarentena en esta región del país.
En relación al estado de ánimo de las personas, al inicio del aislamiento, el 81% afirmaba que era “muy bueno/bueno”, mientras que menos del 5% se sentía muy mal o mal de ánimo. Al mes de cuarentena, los números positivos habían bajado ya más del 30% y para el mes de junio el descenso marcó que el buen humor se redujera a la mitad de los datos iniciales. De esta manera, actualmente solo el 40% se encuentra de muy buen ánimo y más del 34% de muy mal humor.
A su vez, en el informe se aclara en relación a esta pregunta, que en los tres estudios realizados, las sensaciones que predominan son la «preocupación» y la «incertidumbre». Estas dos formas de emoción que presentan las personas, son sin duda las más repetidas cada vez que se habla de la situación de la sociedad en relación a la pandemia, sin discriminación de banderas políticas.
En lo que respecta a “preocupación”, la UNLaM consultó cuáles eran los aspectos que causaban mayor inquietud. El informe plantea que se observa un crecimiento sostenido de las preocupaciones económicas tanto a nivel “personal” como de la “economía del país”, incluso, superando a los aspectos sanitarios en la última medición. De esta manera, se puede ver como la famosa dicotomía entre economía y salud también se hace presente en las preocupaciones y con la extensión del aislamiento lo económico “le gana” la pelea por primera vez a lo sanitario.
El marco de las preocupaciones económicas, otro de los interrogantes que plantea el estudio es ¿cuánto tiempo creés que podría aguantar tu economía familiar el aislamiento? En este punto se observa que el máximo del tiempo ofrecido como opción, el cual es de “hasta 3 meses” se mantuvo siempre cercano al 34%. Esto podría vincularse a que hay un grupo, que representa ese porcentaje, con un nivel de estabilidad laboral y económica sostenido.
Las variaciones más marcadas en relación a las respuestas a esta pregunta se dieron en los términos medios y bajos de las opciones. Principalmente con el correr de la cuarentena se dio un agrupamiento de las personas que sostienen que su economía familiar no puede aguantar más de un mes o dos semanas. La suma de estas dos opciones pasó del 32% en abril a más del 53% en junio, siendo casi el 30% los que no podrían superar las dos semanas.
Teniendo en cuenta las variaciones de las respuestas ante los interrogantes anteriormente mencionados, los niveles de aceptación sobre la extensión del aislamiento son vinculantes. Al comienzo del mismo, el 81% se encontraba de acuerdo, pero esos números se redujeron al 53% en el mes de junio. Esto demuestra que a pesar de tener todavía una mitad de la población que aprueba la vigencia de la cuarentena, se registran niveles sostenidos de incremento de un descontento social.
El descenso que se registra en los números vinculados al “estar de acuerdo con la cuarentena” y que los números de preocupación económica superen a los sanitarios, puede estar relacionado también a los bajos niveles de percepción sobre el riesgo de contagio. A pesar de haber registrado un crecimiento del 3,5% en la última medición, siguen siendo bajos, incluso teniendo en cuenta el crecimiento de los niveles de contagio existentes en la región en los últimos días.
Por último, el informe analiza el rol de los gobiernos, tanto nacional, provincial como de la Ciudad, en relación al Covid-19. En los tres casos se registra un crecimiento de la imagen negativa de la gestión sobre el virus. A pesar de ello, en el caso del Gobierno Nacional, la percepción “muy buena/buena” sigue cercana al 50%, al igual que la Ciudad de Buenos Aires aunque un poco por debajo de esos números. El peor panorama se lo lleva la provincia de Buenos Aires que tiene un empate de imagen negativa y positiva cercano al 43%. Más allá de estos números, más del 84% sostiene que es muy importante el rol del Estado ante esta situación.
El nivel de confianza del estudio es del 95,5% y las muestras se ajustaron según parámetros de sexo, edad, nivel socio económico y región. La cantidad de casos efectivos fueron 1.230, 1.250 y 1.210 respectivamente, siendo en todos los casos cuestionarios Online. El informe muestra a las claras, como producto del agotamiento por la extensión del aislamiento en el AMBA, crecen las preocupaciones y el descontento, sumado al alto nivel de incertidumbre.