La crítica situación económica a la que se enfrentaron todos los clubes, junto con los contagios inesperados de los jugadores y un cambio en el reglamento, fueron los factores que beneficiaron a los juveniles, dándoles la posibilidad de integrar el “primer equipo” y sumar minutos en cancha. En Argentina, fueron 100 los chicos que debutaron en la Liga Profesional durante el 2021.
La pandemia fue un producto de cambio para la vida de cada persona, así como también para el día a día del funcionamiento de las diferentes industrias. Incluso, en el mundo del fútbol tuvo un fuerte impacto, sobre todo, en la búsqueda de nuevos jugadores dentro de los mismos clubes.
“El contexto que al principio amenazaba con poner en riesgo la carrera de muchos jugadores/as, terminó siendo una gran oportunidad para que los juveniles pudieran mostrarse y ser tenidos en cuenta e iniciar sus carreras profesionales”, explica Juan Cruz Gotta, CEO de Libro De Pases, la plataforma que permite a jugadores/as mostrarse y conectarse con agentes y clubes de todo el mundo para obtener oportunidades y adquirir el soporte que necesitan en cada momento de su carrera.
De hecho, de la temporada 19/20 a la 20/21 hubo un imponente incremento de futbolistas menores de 20 años en los planteles del fútbol argentino. En la 19/20 había un 3% de jugadores sub 20 y después de la pandemia pasó a ser de 14,7% (1ero en esta estadística en Latinoamérica, casi el doble que el 2do: Brasil)
Esto se debió a varios factores que sumados fueron beneficiosos para los más jóvenes y quienes formaron parte de los “semilleros” de sus respectivos clubes -hasta el momento la proporción de quienes arrancan con 13 años en Novena división y llegan a la primera del mismo club está cerca de 4 de 100, pero va en aumento-:
Una crítica situación económica. Con el fútbol parado durante seis meses, los clubes sufrieron la falta de ingresos: desvanecimientos de los ingresos por TV, nula recaudación de venta de entradas, fuga de sponsors y devaluación de los planteles. De esta manera, y para contrarrestar este contexto financiero, los clubes recurrieron a sus divisiones inferiores para completar sus planteles a costo cero y así evitar gastar millones de pesos en nuevos refuerzos.
Un cambio en el reglamento. Los cambios pasaron de ser 3 a 5, por lo que hay más jugadores en cada partido, y por lo tanto, mayores posibilidades de sumar minutos para los más jóvenes de los planteles. En mercados como el argentino, donde hay urgencias de resultados, logró que se pueda tener un poco más de paciencia al proceso de esos chicos sin sentenciarlos con el resultado. (En el caso de Argentina, el no tener descensos también ayudó)
Contagios de los jugadores. Ante los contagios de los jugadores titulares, los entrenadores se vieron obligados a convocar a los juveniles. Ej: el caso de Boca, donde tuvo que jugar la División Reserva, con todo el plantel profesional aislado, y dando lugar al debut de 17 chicos al mismo tiempo.
Gracias a todo ello, en La Liga Profesional 2021, la última del fútbol argentino, debutaron 100 chicos en la Primera División. 17 en Boca, 10 en Newell ´s y 6 en Independiente, el podio. De esta manera, en este 2022, en Argentina predominan los jugadores jóvenes -de entre 21 y 23 años- en los planteles.
Por otra parte, la situación ayudó a su vez al comienzo de carreras en el exterior para muchos jugadores. “El enfrentarse a una crisis económica mundial, para muchos clubes fue el impulso involuntario a esta nueva oportunidad de negocio en la que se convierten los juveniles: al transformarse en profesionales y demostrar sus condiciones terminan siendo en un corto plazo potenciales ventas, lo que de otra forma se hubieran postergado”, explica Nicolás Maccari, Co-founder de LIBRODEPASES.
En este sentido, Argentina se convierte en el tercer país que más jugadores aporta a las demás ligas del mundo, siendo los principales destinos de los futbolistas locales en la actualidad: Chile, Colombia y México.