El abrazo entre una voluntaria de la Cruz Roja y un migrante marroquí que llegó a tierras españolas nadando se viralizó rápidamente a través de las redes sociales y todos los medios del mundo.
El llora sentado en una piedra, con la tristeza de haber abandonado su tierra. Ella lo acaricia, y lo ayuda para que pueda tomar un poco de agua. La imagen es tan triste como enternecedora, más aún cuando el cae rendido en los brazos de ella en busca de un abrazo.
Los migrantes marroquíes cruzan las aguas para llegar a territorio de Ceuta, ciudad autónoma española, que se ubica en la península Tingitana, orilla africana del estrecho de Gibraltar sobre el mar Mediterraneo. Allí, se estima que más de 8 mil personas han llegado exhaustas a tierras españolas, entre los cuales se encuentran 1.500 menores.
Según informó el gobierno de España, más de 4.800 han sido nuevamente enviados a Marruecos. “Guardias civiles del GEAS y la ARS salvan la vida de decenas de menores que llegaban a Ceuta por mar junto a sus familias”, afirmó la Guardia Civil en su cuenta oficial de Twitter. Actualmente se ha desplegado un operativo para custodiar las costas de Ceuta para evitar el ingreso de inmigrantes.
Los datos demuestran que durante esta jornada de miércoles, la llegada de marroquíes a territorio español ha bajado considerablemente. El motivo sería el fuerte operativo de impedimento para el ingreso y el retorno de los casi 5.000 ciudadanos que fueron enviados nuevamente a su país. Fuentes oficiales, aseguran que al menos una persona ha muerto en el intento de cruzar hacia la ciudad española.
La imagen del abrazo entre la voluntaria de la Cruz Roja y el migrante, es una nueva muestra del sufrimiento que padecen algunas sociedades en el mundo, que los lleva incluso a tomar medidas extremas para intentar la subsistencia