Uno de los protagonistas de la exitosa serie argentina «Cebollitas», contó cómo eran las jornadas de grabación por aquel entonces, y afirmó: «Si hoy lo grabarías con un celular, hay varios que no trabajarían más».

Juan Yacuzzi es el actor que interpretó a «Coqui», protagonista de la serie que marcó a más de una generación durante los años 90 y hoy volvió a ser noticia por sus declaraciones en una entrevista en Mitre Live, donde contó los maltratos que recibió durante las jornadas de trabajo.

El elenco, que estaba compuesto en su mayoría por chicos menores de edad, «recibía mucha presión para que todo saliera perfecto», y por eso en las grabaciones “se escuchaban gritos, cagadas a pedos terribles, innecesariamente o cuando nos tentábamos, que éramos chicos, nos cagaban a pedos como si hubiéramos matado a alguien”.

En la serie también participó Dalma Maradona, quién hizo su primera participación cómo actriz a los nueve años. Es por eso que Juan recordó: “Algunos se volvían muy locos, se ponían rojos de gritarnos, tiraban el papel en el piso. Algunos lloraban y todo. Si llegamos a grabar Cebollitas de nuevo y Diego (Maradona) está vivo y se entera de eso, se arma un quilombo terrible”.

Pero los malos tratos no es el único recuerdo negativo que le quedó a Yacuzzi, quién para ese entonces tenía 16 años: «Lo que hacían que se lo copiaron de Chiquititas, es que agarraron un cuartito de 4 x 4 y nos encerraban ahí hasta grabar, estábamos cómo diez horas encerrados, todos juntos, no podíamos salir, un caos. Los de Chiquititas lo llamaban ‘la pecera’ y nos encerraban ahí hasta grabar, antes estábamos en el bar, en el camarín hasta que dijeron ‘a partir de ahora todos encerrados’ y nos cuidaban las madres”.

La serie que se emitió en 1997 y en 1998, y estuvo nominada como mejor programa infantil en los Martín Fierro del primer año, promovía los valores de la amistad y el deporte con las aventuras de un grupo de amigos.

Hoy, por suerte, él cree que sería diferente: «Estas cosas hoy por hoy no pasarían. Yo creo que la gente se cuida más. Si pasa eso, cualquiera te puede grabar y se armaría un quilombo impresionante y antes no existía el celular pero por ahí se aprovechaban porque lo podían hacer, estaba muy mal”.