«Reimaginar, recrear, restaurar» es el lema elegido para este Día Mundial del Medio Ambiente, fecha que se celebra cada 5 de junio para promover la reflexión y el desarrollo de políticas públicas internacionales que permitan mitigar la huella humana en los ecosistemas. «Restaurar los ecosistemas significa prevenir, detener y revertir este daño, pasar de explotar la naturaleza a curarla», definieron desde Naciones Unidas. 

Para lograr este objetivo, hoy comienza el «Decenio sobre la Restauración de Ecosistemas», una misión global que, durante los próximos 10 años, buscará revivir miles de millones de hectáreas, incluyendo bosques, tierras de cultivo, montañas, mar, etc. 

«Ahora es el momento de detener y revertir la degradación de nuestro planeta a partir de la restauración de ecosistemas y la modificación de nuestros hábitos, porque estamos ante la última oportunidad de prevenir un cambio climático catastrófico” señaló Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre Argentina.

 Según explicaron desde la organización ambientalista: «Hay oportunidades de restauración en 2 mil millones de hectáreas de tierras forestales deforestadas y degradadas en todo el mundo, un área más grande que América del Sur» y además, restaurar el 15% de los suelos degradados podría «prevenir la extinción del 60% de especies en peligro»

A nivel económico, los beneficios también son muchos. Un informe reciente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) indica que recuperar 350 millones de hectáreas de ecosistemas terrestres y acuáticos podría generar alrededor de US$ 9 billones de dólares y eliminar hasta 26 gigatoneladas de gases de efecto invernadero de la atmósfera (una gigatonelada equivale a 1.000 millones de toneladas métricas). «Los beneficios económicos son diez veces mayores que el costo de la inversión, mientras que la inacción es al menos tres veces más costosa que la restauración de los ecosistemas», aseguró Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA

“Así como causamos la crisis climática, la crisis de la biodiversidad y la crisis de la contaminación, podemos revertir el daño que hemos hecho; podemos ser la primera generación en reinventar, recrear y restaurar la naturaleza para impulsar la acción hacia un mundo mejor”, añadió Andersen.

Y es que, contribuir con el cuidado del medio ambiente y la restauración de ecosistemas puede ser de muchas formas, empezando por cambios que parecen mínimos pero ayudan mucho: cambiar nuestra dieta y hábitos de consumo, separar y reciclar los residuos, hacer compostaje, plantar árboles o ayudar a limpiar ríos y costas. Esta es la oportunidad de convertirnos en la #GeneraciónRestauración.