Argentina tuvo su jornada electoral definitiva y los resultados no se modificaron demasiado en relación a las PASO que se llevaron adelante en el mes de septiembre. Juntos por el Cambio triunfó en 13 provincias, mientras que el oficialismo se quedó con 9 distritos. Resultados que si modifican fuertemente el panorama político nacional para los próximos dos años.

A los cinco distritos más poblados del país, Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santa Fe y Mendoza, se le sumaron Jujuy, Corrientes, Misiones, Entre Ríos, San Luis, La Pampa, Chubut y Santa Cruz, para consumar la victoria en la mayoría de las provincias argentinas por parte de la coalición Juntos por el Cambio.

Por su parte, el Frente de Todos obtuvo triunfos en Tierra del Fuego, San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa, lo cual no le alcanzó para poder sumar legisladores en relación a los que ponía en juego, y complicó su dominio en ambas cámaras. Lo que más destacaron en el frente oficialista fue que lograron acortar la diferencia en la madre de todas las batallas, la provincia de Buenos Aires, donde pasaron de cuatro puntos de diferencia, a menos de un punto y medio, a falta del recuento provisorio, lo que hace que ingrese la misma cantidad de diputados que la lista de Juntos por el Cambio.

La derrota a nivel nacional fue contundente. Juntos alcanzó el 41,89% de los votos, mientras que el Frente de Todos se quedó en 33,03%, lejos de los números logrados en la presidencial del 2019. De esta forma quedó planteado un panorama de que 7 de cada 10 argentinos no acompaña la gestión de Alberto Fernández, cuando hace tan solo dos años atrás, eran 5 de cada 10 los que no querían al gobierno kirchnerista al frente de la Casa Rosada.

Con estos resultados, el oficialismo continuará siendo la primera minoría en la Cámara de Diputados con 118 legisladores, pero se alejó aún más del Quorúm propio y quedó casi en una paridad con Juntos por el Cambio que consiguió alcanzar la suma de 114 diputados. De esta forma, en la Cámara que preside Sergio Massa será fundamental el rol que jueguen los 18 legisladores restantes para la sanción de los proyectos de ley.

El panorama más especial se dio en relación a la elección para la Cámara de Senadores. Por primera vez desde el retorno de la democracia, el peronismo perdió la mayoría al caer a 35 legisladores cuando para ello es necesario contar con 37. Por su parte, Juntos incrementó su fuerza alcanzando el número de 31 legisladores y quedando a la espera de cómo se acomodarán los 6 restantes que pertenecen a otras fuerzas.

En este último caso, será fundamental el rol de la ex Presidenta de la Nación y actual Vicepresidenta, Cristina Fernández, quien deberá encarar negociaciones cada vez que un proyecto de Ley pase por esa Cámara, en busqueda de consensos que permitan su aprobación.

Como Argentina políticamente no descansa nunca, ahora comienza la carrera hacia las presidenciales del 2023. Nunca se puede pensar el mapa político del país mas allá de los dos años y sería un error pensar que lo ocurrido determina lo que ocurrirá en las urnas la próxima elección. Es mucho tiempo para un territorio tan cambiante como el nuestro y los principales frentes deben definir sus internas, muchas de las cuales en caso de no hacerlas con la altura que merecen, pueden dejar heridas graves en búsqueda de alcanzar la Casa Rosada para el próximo mandato.

A su vez, son muchos los temas que preocupan actualmente a la sociedad y a los funcionarios: inflación, economía general, acuerdo con el FMI, Inseguridad y la ruptura del tejido social, ese que debe reconstruirse urgente si se quiere poner nuevamente de pie a un país que supo ser granero del mundo. Pensar en el 23, sería descuidar las urgencias por las que la sociedad viene reclamando y ayer hizo notar, no solo acercándose a las urnas, sino mostrando su disconformidad con todas las figuras políticas al convertirse en la elección general menos concurrida desde 1983.