Es influencer, viajó a Buenos Aires con el sueño de hacer teatro una semana antes de que se declare el “aislamiento total”: la pandemia, los amigos, su primer unipersonal y los mensajes de su ídola.

Más de 300 mil seguidores en redes sociales, giras por teatros de todo el país y el estreno de “A nadie le importa”, su primer programa en Radio Capital; el sueño que está cumpliendo Enzo, el influencer que se alejó de su familia por el sueño de su vida: “En Esquina Leales, de donde yo soy, era imposible querer ser actor. No había posibilidades”.

En una entrevista exclusiva con Cuatro Giros, Enzo cuenta que siempre soñó con ser actor, algo que por el lugar dónde vivía era muy difícil: “De chiquito vivía en un pueblito de Tucumán, re chiquito. Yo decía ‘en algún momento alguien me va a parar en la calle y me va a decir quiero una foto’, yo jugaba a eso, y ahora que pasa cuando vamos a bailar con los chicos me da mucha vergüenza”.

Lograr llegar al teatro y tener su propia obra no iba a ser tan fácil, “una semana antes de la pandemia, decrete en mi cabeza que quería estar en teatro y, sin saber de la pandemia, junte 5 mil pesos, y le mentí a mi familia de que me habían llamado para un casting, les dije que venía, hacía el casting y que me volvía a Tucumán”, recuerda Enzo de cómo comenzó a vivir lo que de chico era un sueño, y continúa: “Cuando llego al aeropuerto, pago como 3 mil pesos de carga de equipaje, me quedaban dos mil pesos nada más. Llego acá, me quedo en lo de una amiga y se decreta la pandemia. No me podía volver”.

“No había trabajo acá, no había nada que hacer, laburé de lo que pude ese año para sobrevivir. Escribí una obra de teatro y se la mandé a la Turca Kadosh y a Agustín Battioni, los dos me dijeron que sí. Junté plata, alquilé un teatro y dije ‘si funciona bien, y si no me vuelvo a Tucumán’”. La obra fue un éxito, llenaron teatros de Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe, Salta y Tucumán.

Mientras daba sus primeros pasos en el teatro, comenzó a crear contenido en redes sociales y poco a poco se volvía más viral: “Me gustaba escribir, imaginarme obras de teatro, cuentitos, pero no sabía cómo trasladar eso a lo que yo quería hacer. Yo quería hacer mi contenido auténtico, entonces surgió haciendo vivos en cuarentena. La gente se empezó a copar y reír de las boludeces que yo decía”.

Con más de 300 mil seguidores en Tik Tok, 40 mil en Instagram y el estreno de “Como te digo una cosa… te digo la otra”, su primer unipersonal, Enzo mantiene sus pies sobre la tierra: “Yo sé que todo es pasajero, hoy se viraliza un video y mañana no te ve nadie. Y listo, se acabó. Pero también, aprendí a decir que está bien, que hice algunas cosas para que todo esto suceda”.

El trabajo de un influencer a través de la pantalla muchas veces parece ser fácil, el de crear contenidos, pero esta es una visión muy diferente a la realidad. Enzo cuenta que se compara a su entorno y se da cuenta que duerme muy poco, y que es por toda la actividad que tiene: “Tengo un laburo de 8 horas, intermedio de eso grabo videos, hago un vivo, estoy escribiendo una obra de teatro, estoy con las funciones, produzco el show. Yo me acuesto todos los días a las 3 o 4 de la mañana y me levanto a las 6. Quizá eso es lo que nadie ve”, reflexiona.

Pero también cuenta que está feliz por hacer lo que siempre soñó, al punto que a veces le da vergüenza lo fanático que es cuando una persona le pide una foto: “Se sacan una y le digo ‘no, no, no, sacate una más por las dudas. ¿No querés que te haga un vídeo? ´ y es como soy un imbécil”. Y agrega: “los seguidores son como una gran familia, entendieron el código de humor. Lo siguen muchas mujeres, por eso siempre lo adoptan como hermano, sobrino o hijo, se crea un vínculo muy lindo que si no existiera nada de lo otro sería posible”.

Cuando viajó a Buenos Aires, trajo en su valija muchos sueños, pero nunca se imaginó que Lali Espósito lo invitaría personalmente a su show: “Hace poco Lali compartió un video mío, y creo que si ese día no me morí no me muero más. Me tengo que poner un moño y retirarme”. Con los ojos brillosos y una sonrisa de oreja a oreja, cuenta: “Me sorprendió que haya tenido la humildad, de escribirme y de enviarme un audio. Yo pensaba, cuando era chiquito miraba Cris Morena y la amaba, bueno ahora tengo un audio de ella y entiendo por qué ella es quién es. Me puso, ‘Hola Enzo, soy lali’, si ya sé que sos, ¿Cómo te vas a presentar? Estás ida de humilde y de buena gente”.

Hoy, además de crear contenido en redes sociales y gestionar su propio unipersonal, estrenó su primer programa de radio en Radio Capital, que se emite todos los lunes desde las 20 horas: “La idea es hacer un anti-noticiero, el mundo está tan lleno de noticias que esto es un anti eso. Tenemos un segmento que son las no noticias, el espectáculo lo analizamos como la mierda, la idea es que la gente se ría”, cerró.