Verkhoyansk, en el este de Siberia, región asiática rusa, conocida como la “Capital mundial del frío”, alcanzó este sábado los 38°, una marca histórica y que despierta varios interrogantes.

Si el 2020 nos enseñó algo, es que hablar de normalidad es bastante relativo y esta noticia vuelve a dar una prueba de ello. Lo “normal” en esa región es tener temperaturas bajo cero y la máxima promedio de junio no supera los 19°. Pero este sábado, los termómetros en la ciudad de Verkhoyansk, marcaron los 38 grados centígrados, lo que se convierte en la temperatura más alta observada en la ciudad desde que se tienen registros a partir de la década de 1880.

Según los especialistas, esta situación se ha dado por un «anticiclón oriental». El domingo, registró una temperatura de 35,2°, por lo que lo ocurrido el día anterior no se trató de una excepción. «Pronto todo volverá a la normalidad y las temperaturas en Verjoyansk bajarán hasta 15 grados, además, posiblemente, en la localidad se registrarán precipitaciones en forma de aguanieve», dijo la meteoróloga jefa local, Tatiana Marshalik, según declaraciones a la agencia RIA Novosti.

Junto con Oymyakon, la ciudad record es conocida como uno de los lugares más fríos del planeta. Incluso, es dueña de otra marca histórica, ya que en febrero de 1892, registró una temperatura mínima de -67.8°. Así y todo queda lejos de los -98° que se han registrado en la Antártida, la temperatura más fría que ha soportado la superficie terrestre hasta el momento.

Desde el Servicio de Meteorología de Rusia advirtieron de que las temperaturas en Siberia en los próximos días superarían la norma en más de 10 grados y en caso de que la situación continuará de manera extendida, crecería el riesgo de incendios forestales en la región. Estos eventos, son una muestra más del calentamiento que está sufriendo el Ártico y que preocupan a los estudiosos en la materia.

En Verjoyansk hay 1.311 habitantes, una de las poblaciones más pequeñas que se le ha dado carácter de ciudad. Su economía tiene como sustento la cría de ganado, caballos, renos, y el negocio de pieles. Habría que ver si tenían ropa acorde para estas temperaturas, pero por lo pronto, son parte de un evento que es histórico y que vuelve a activar las alertas sobre el calentamiento global.