Luis Machín es el Dr. Sigmund Freud y Javier Lorenzo en el papel de C.S Lewis, bajo la dirección de Daniel Veronese. Notables actuaciones y textos, en diálogos para atesorar.
Lo anecdótico es que en Buenos Aires, la obra se estrenó años atrás en el Multiteatro. En ese entonces, Machín (brillante) tenía el papel de C.S. Lewis y Freud era interpretado por Jorge Suárez.
Hoy «La última sesión de Freud» se aprecia en el Picadero (Pasaje Enrrique S. Discépolo 1857) con entradas que pueden conseguirse en la boletería del teatro o a través del sitio web de PlateaNet (plateanet.com).
La última sesión de Freud se estrenó en Nueva York el 22 de Julio del 2010, y fue la sensación en la temporada 2010/11 recibiendo el premio off Broadway Alliance Award a la mejor obra.
Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, ateo de ascendencia judía, es uno de los llamados «padres de la sospecha» del pensamiento occidental, socavador de conceptos que deberían ser firmes como el amor, la confianza, Dios, o el mismo «yo». Declaró que la religión era superstición, y estableció que el sexo era la motivación oculta detrás de casi toda la actividad humana.
En la agenda de Freud, 20 días antes de su muerte en 1939, tenía planeada una reunión con un profesor de Oxford en Londres. No se sabe de quién se trataba. ¿Y si hubiera sido C.S. Lewis, autor de «Mero Cristianismo» y popular por sus cuentos de «Crónicas de Narnia», uno de los mayores difusores en el siglo XX tanto de la literatura fantástica como de un cristianismo razonable?
Esa fue la pregunta que llevó a Mark ST. Germain a escribir la obra de teatro. Un deleite para despuntar en Buenos Aires.