La Conmebol anunción que la competencia continental de selecciones se disputará finalmente en Brasil, tras las bajas de Colombia y Argentina. Una Copa que se creo para acomodar calendarios y terminó siendo foco de conflictos políticos y sociales
La Conmebol, a los efectos de ordenar el calendario y que la Copa América, que se realiza cada cuatro años, quede en el período entre mundiales, organizó una edición extraordinaria en Colombia para el 2020. A la organización, se le sumó Argentina, que quería mostrarse para luego poder postularse como organizadora del Mundial 2030.
A pesar de toda esta organización estratégica, el Covid afectó todos los planes. Primero se bajaron los equipos invitados como Qatar y Australia. Luego, al igual que todas las competencias deportivas, debió reprogramarse para el 2021. Por momentos, se sospechaba que la realización no iba a llevarse adelante, atento a que si el objetivo era hacer que la Copa quede a mitad de camino de los mundiales, pasarlo al año siguiente la hacía perder sentido, pero Conmebol decidió seguir con su idea de postergación.
Finalmente, cuando todo estaba dado para que el 13 de junio comience a rodar normalmente la pelota, nuevamente los problemas hicieron foco sobre la competencia. Colombia fue excluída, tras pedir una postergación para finales de año, producto de los conflictos sociales que se estan dando en aquel país. Muchos de los partidos de Copa Libertadores que se disputaban en territorio colombiano, debieron ser trasladados a Paraguay y los que pudieron jugarse, se hicieron en medio de manifestaciones y gases lacrimógenos que afectaban los encuentros. De esta manera, Conmebol optó por quitarle la sede y comenzó el debate: Argentina sede única o buscarle compañero.
Fue así que hasta la semana pasada, todo parecía indicar que Argentina se haría cargo de la totalidad de la compentecia y hasta el propio Alberto Fernández se reunió con Alejandro Dominguez, presidente de Conmebol para debatir los protocolos. Pero durante el domingo, algo comenzó a pasar. La Ministra de Salud, Carla Vizzotti no se mostró segura para la realización de la competición y el Ministro de Interior, Wado De Pedro, aseguró que no estaban dadas las condiciones para hacerlo. Fue así que minutos después de esta última declaración, llegó la confirmación.
“La Conmebol informa que en atención a las circunstancias presentes ha resuelto suspender la organización de la Copa América en Argentina. La Conmebol analiza la oferta de otros países que mostraron interés en albergar el torneo continental” afirmaba el tweet del ente organizador de la competencia durante la noche del domingo.
Según se supo durante las horas siguientes, el Gobierno había tomado la decisión debido a que los contagios no habían bajado tras las restricciones tomadas y que el humor social no era el ideal, atento a las críticas por la continuidad del fútbol mientras gran parte de las escuelas permanecen cerradas y muchos comercios sufren el fuerte impácto de la crisis.
Chile, Estados Unidos y hasta Qatar aparecían como alternativa y hasta la suspensión era una opción. Pero Conmebol sorprendió: Brasil. Es que nunca se había considerado como opción el territorio brasilero por haber sido la sede de la última edición y porque además, la situación sanitaria de aquel país también deja mucho que desear.
“¡La Conmebol Copa América 2021 se jugará en Brasil! Las fechas de inicio y finalización del torneo están confirmadas. Las sedes y el fixture serán informados por la Conmebol en las próximas horas. ¡El torneo de selecciones más antiguo del mundo hará vibrar a todo el continente!” fue el mensaje de la cuenta oficial de la organización.
De esta forma, pareciera, por ahora, llegar a su fin la novela de una Copa que nación con el objetivo de organizar calendarios, pero desorganizó absolutamente todo lo otro. Aspectos políticos, sociales y económicos entraron en discusión producto de lo que en realidad es simplemente un torneo deportivo. 13 de junio es la fecha, salvo que otra vez, algo desordene las cosas.