La importancia de la cultura de perder el miedo y entender la muerte para disfrutar más del presente. El pasado lunes, Seba Alonso dialogó con Viviana Bilezker, Fundadora y directora de la Asociación El Faro, por Cuatro Giros Radio en Late 93.1

La Asociación se define como una “invitación a realizar un proceso de transformación con respecto a cómo nos conectamos con la muerte y el hecho de morir. A abordar las emociones que se hacen presentes e intentar prepararnos para recibirla, lo cual significa haber incorporado la conciencia de finitud y la importancia del acompañamiento. Porque la muerte es parte de la vida, igual que el nacimiento, y ambas suceden en simultáneo. Y al integrar su existencia, nos acercamos a un estado de plenitud, confianza y presencia”.

En ese sentido, Bilezker aseguró “mi mirada es que el tema de la muerte, el proceso de morir, la finitud, los duelos, todo lo que tiene que ver con la incorporación de la muerte dentro de la vida son temas importantísimos para tener en cuenta, son temas que cuando son soslayados, negados, generan sufrimiento. O sea que el tema es evitar aumentar el sufrimiento en situaciones dolorosas. Por supuesto que saber que uno algún día va a morir, saber que un familiar, un amigo está en un proceso de fin de vida, duele, preocupa, da miedo. No hablar de eso, evitar el tema, no lo resuelve.”

Desde la fundación, plantean tres objetivos. Formar con capacitaciones que poseen salida laboral. También hablan de acompañar para realizar un proceso de transformación con respecto a cómo nos conectamos con la muerte y el hecho de morir, a abordar las emociones que se hacen presentes e intentar prepararnos para recibirla, lo cual significa haber incorporado la conciencia de finitud y la importancia del acompañamiento. Por último, la idea de hacer comunidad brindando espacios vivenciales de reflexión e intercambio aptos para todo aquel que tenga el interés de ampliar perspectivas, compartir y nutrir su desarrollo personal.

Además, la directora de la fundación asegura que “la visión del Faro es que le demos un espacio, que sean temas que podamos conversar en la vida cotidiana, que nos acostumbremos como sociedad a incluirlos para que podamos aprender todo lo que nos toca aprender en cuanto a nuestro destino. Siempre se dice que la muerte es la única certeza que tenemos y, aun así, aun sabiendo que es la única certeza que tenemos, la evitamos a toda costa, la queremos dejar librada al azar y no colabora eso con nuestro bienestar, con nuestra calidad de vida, nos genera mucho sufrimiento.”

VIVIANA BILEZKER

“Observamos que muchas personas llegan al final de su vida en condiciones lastimosas, no pudiendo resolver sus asuntos pendientes, no pudiendo prepararse y tomar decisiones que tienen derecho a tomar, solos, aislados, abandonados, las familias sintiendo que están viviendo una tragedia que no tiene dimensión, la calidad del proceso de fin de vida es realmente muy por debajo de lo que podríamos lograr si hiciéramos lo contrario, si lo habláramos y lo preparáramos. Esa es la consecuencia inmediata” expresó Bilezker.

El miedo futuro y el descuido del presente, son alguno de los factores que desde la fundación destacan en estos casos. “Lo paradójico de alguna manera es que cuanto más nos permitimos conectarnos con la finitud, más atención prestamos al presente. Más conocemos nuestras prioridades, más valoramos nuestra vida. Muchas personas que están en fin de vida y que son acompañadas nos dicen cambiaron mis prioridades ahora sé lo que es importante para mí ahora sé que hay muchas cuestiones que yo antes les daba una trascendencia, pero fundamental y ahora me doy cuenta que poco importan. Entonces, esa es un poco la paradoja de toda esta situación. El 80% de las cosas por las que te haces problema nunca suceden. Es algo que he escuchado muchas veces. Y en parte creo que lo que marcás es esto, visualizar qué de verdad es importante para preocuparme en mi vida”

En base a su experiencia, Viviana contó: “Muchas personas se acercan porque son profesionales de la salud, médicos, enfermeras, psicólogos, terapeutas varios, y quieren sumar a sus recursos estas técnicas, este modelo de acompañamiento. También muchas personas que se han formado con nosotros son personas que han vivido la experiencia de estar en el escenario de fin de vida de un familiar, de un ser querido, de un allegado y que se dieron cuenta que no tenían herramientas y valoran poder hoy hacer un trabajo sobre ellas mismas para que cuando les toque estén mejor preparadas. Muchas personas lo toman como parte de su camino de desarrollo personal, de desarrollo del autoconocimiento. Porque nuestra formación tiene un eje de trabajo interno, además de un modelo de acompañamiento aplicable, realizable por cualquier persona que lo quiera incorporar”

Para cerrar, reflexionó “Cualquier día puede ser el día de nuestra muerte y si bien eso en un principio puede generar una sensación abrumante, si uno se lo permite, lo conversa, lo trabaja, termina trayendo un gran alivio. Lo que aprendimos es a mirar para otro lado, a perpetuar la juventud, a rechazar estos temas, a no prepararnos, a no hablar y lo único que logramos como dije antes es sufrir y sufrir todos los días de nuestra vida.