La salud mental y emocional ha cobrado relevancia debido al contexto de incertidumbre actual y los tiempos de aislamiento en el cual los niños fueron uno de los grupos principalmente perjudicados.  En ese sentido, relacionarnos en un entorno que nos haga sentir protegidos, y colabore en identificar, expresar y manifestar las emociones se ha vuelto esencial, aún más cuando se trata de las emociones en la infancia.

Con la intención de acompañar en este proceso, la Asociación Civil Mensajeros de la Paz, creó un material sobre infancias dirigido a todas las personas que participan de la responsabilidad de cuidar. La guía contiene un conjunto de herramientas para la contención y el acompañamiento de niñas y niños, que facilita un ambiente donde se sientan libres para expresar sus emociones, en cada etapa de su desarrollo.

 “Poder acompañar a niñas y niños en períodos tan inciertos, de aperturas y cierres constantes en las actividades más cotidianas, implica un aprendizaje muy importante para les adultes: manejar la propia frustración, desarrollar la tolerancia y generar momentos de calidad compartidos, en los que el juego resulta fundamental, forman parte de ello”, señala Laura Gómez, Licenciada en psicología de la Universidad de Buenos Aires, y directora del Programa de Acompañamiento Familia, y de Fortalecimiento Educativo de la Asociación.

«Acompañando emociones”, que se ofrece de forma gratuita, introduce una serie de consejos para una buena convivencia emocional que son el punto de partida para poner en acción una serie de juegos con diferentes dinámicas.

Reconocer las emociones y conocerse jugando, dramatizar cómo actuamos cuando estamos experimentando alguna emoción, ser más conscientes de cómo se expresan las propias emociones y las de los demás; son algunos de los objetivos de la guía. Además, se ofrecen diferentes Playlist de Spotify, que invitan a reírse y bailar, jugar con amigos o simplemente, relajarse.

Desde la Asociación Civil esperan que esta guía sea un instrumento que permita tanto a niños y niñas como a las y los adultos responsables, a vivenciar sus emociones de manera natural, reconocerlas y expresarlas de una forma saludable y respetuosa.