Hoy se cumplen 46 años de una de las frases más recordadas en la política Argentina, pronunciada por Ricardo Balbín, en la despedida de Juan Domingo Perón.
Tanta trascendencia tuvo ese mensaje que dio el por entonces presidente de la UCR ante el cajón del líder y fundador del peronismo, que se ha marcado el 4 de julio en nuestro país como el Día Nacional de la Convivencia y Pluralidad de las Expresiones Políticas.
El 1° de julio de 1974, siendo las 10.25, el general Juan Domingo Perón sufría un ataque cardíaco. Lograron reanimarlo, pero a las 13.15, su corazón le volvió a jugar una mala pasada provocándole su muerte. Ese lunes, por la tarde, María Estela Martínez de Perón, quien se encontraba en ejercicio de la presidencia desde el 29 de junio anunció, con la voz quebrada, la noticia a todo el país: “con gran dolor, debo transmitir al pueblo el fallecimiento de un verdadero apóstol de la paz y la no violencia, asumo constitucionalmente la primera magistratura del país”.
Los restos se colocaron en la capilla de la quinta presidencial de Olivos, vestido con uniforme militar, acorde al protocolo, a la espera de ser trasladados a la mañana siguiente a la Catedral Metropolitana para una misa de cuerpo presente. De allí en una cureña, acompañado por granaderos y una multitud que lo lloraba, fue llevado al Congreso Nacional para su velatorio público, hasta el 4 de julio por la mañana.
Ese día, y al final de la ceremonia, fue cuando se dio uno de los discursos más recordados en la historia política nacional. “Llego a este importante y trascendente lugar, trayendo la palabra de la Unión Cívica Radical y la representación de los partidos políticos que, en estos tiempos, conjugaron un importante esfuerzo al servicio de la unidad nacional: el esfuerzo de recuperar las instituciones argentinas y que, en estos últimos días, definieron con fuerza y con vigor su decisión de mantener el sistema institucional de los argentinos. En nombre de todo ello, vengo a despedir los restos del señor Presidente de la República de los argentinos” afirmaba el Dr. Ricardo Balbín en el comienzo de su mensaje.
Luego sostuvo que también iba en nombre de sus viejas luchas y que gracias a las conversaciones que había mantenido, se había dado cuenta que el por entonces presidente, había venido en búsqueda de dejar atrás las divergencias para comprender un nuevo mensaje de paz para los argentinos. También agregó que ante los grandes muertos hay que olvidar todo lo que fue el error, y que tiene que estar alejada la hipocresía y la especulación para decir en profundidad lo que sentimos y lo que tenemos.
Para cerrar su discurso, recordó que por esos días se cumplían 41 años de la muerte del expresidente Hipólito Yrigoyen. “Como un ejemplo de los tiempos, como una lección para el futuro, a los cuarenta y un años, el país entierra a otro gran presidente. Pero la Fuerza de la República, la comprensión del país, pone una escena distinta, todos sumados acompañándolo y todos sumados en el esfuerzo común de salvar para todos los tiempos la paz de los argentinos. Este viejo adversario despide a un amigo” y puso fin a un discurso que cobra aún más valor con el correr de los tiempos.
En este marco, el 4 de octubre del 2016, se publicó la Ley N° 27.278 que en su artículo primero establece: Institúyase el día 4 de julio de cada año como el “Día Nacional de la Convivencia y Pluralidad de las Expresiones Políticas”, en conmemoración del mensaje histórico de despedida al extinto Presidente de la Nación General Juan Domingo Perón pronunciado por el Dr. Ricardo Balbín. Un día con mucho que aprender y mucho que pensar, en relación al ejemplo que nos dieron y cómo son las prácticas habituales de los tiempos modernos.