Desde el comienzo de la cuarentena, nos han repetido hasta el cansancio que nada volvería a ser igual. Una nueva normalidad llegaba para quedarse, pero con el avance de los casos, es aún más nueva de lo que se creía.
El sábado, el presidente Alberto Fernández, junto con el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta y el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunciaron una nueva prórroga del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio hasta el 7 de junio. De esta manera, la Argentina alcanzará los 80 días y quedará solo por debajo de Nueva York (83) en el ranking de las cuarentenas más largas del mundo.
Pero este anuncio, no fue simplemente una extensión. Trajo como consecuencia medidas que transforman la nueva normalidad que vivíamos hasta el momento. Cada día que pasa, más novedosa se convierte y el crecimiento de su novedad es proporcional al crecimiento de su incertidumbre. Cambios en los permisos de circulación, en el transporte, en las villas y zonas restringidas, son alguna de las modificaciones que se suman a partir del 25 de mayo.
En el caso de las autorizaciones de las personas que desarrollan trabajos esenciales, las que se encuentran actualmente vigentes, caducarán el 29 de mayo. Por este motivo, se deberán gestionar nuevamente y, según se dio a entender, será más estricto el sistema para otorgarlo. Sumado a esto, se reforzarán los controles en los ingresos a la Ciudad, en una clara intención de reducir la circulación sin sentido por las calles.
A su vez, Larreta confirmó que en los centros de trasbordo, polígonos y ejes comerciales de alta concentración de gente se limitará la actividad comercial a las actividades esenciales. De esta manera, se anula la medida del 9 de mayo, que permitía la apertura de comercios de varios rubros. Será en 29 zonas que representan el 80% de la aglomeración de gente en la Ciudad, como Once, Microcentro y las avenidas Avellaneda, Córdoba, Santa Fe. En el resto de la Ciudad, los rubros exceptuados hace dos semanas seguirán habilitados.
En relación al transporte, se realizarán controles de permisos y afluencia en los puntos de mayor circulación de colectivos. El 50% de las estaciones de subtes continuarán cerradas y se cerrarán 11 de las 42 estaciones de trenes dentro de la Ciudad. Aún está pendiente de confirmación si la tarjeta SUBE quedará habilitada solo para personal esencial.
A su vez, se triplicarán las postas de prevención comunitaria en los barrios populares, donde se encuentran casi el 40% de los casos de coronavirus de la Ciudad. Allí se toma la fiebre, se identifican casos sospechosos y se los deriva para su atención.
Por último, en relación a las salidas recreativas de los fines de semana para que los padres hagan con sus hijos, continuarán vigentes. Las autoridades consideraron que son necesarias para la salud de los más pequeños.
En el caso de la Provincia, al no haber realizado una flexibilización como si había hecho la Ciudad, las restricciones continuarán vigentes y lo que se incrementarán serán los controles por parte de las fuerzas de seguridad para el cumplimiento del Aislamiento.
El fuerte incremento de los casos en el AMBA, encendió una luz de alarma en el gobierno, y eso se notó en el humor del Presidente al momento de anunciar la extensión del aislamiento. La nueva normalidad es más nueva que nunca y no queda otra alternativa más que la de adaptarse para superar, lo que ya muchos afirman que es el pico de la Pandemia en el país