Los remedios utilizados en las internaciones, especialmente sueros e insumos para pacientes en terapia intensiva, aumentaron un 32% en los últimos cuatro meses. Los remedios ambulatorios que se comercializan en farmacias también superaron esa barrera, violando incluso los acuerdos de precios. Estos incrementos no sólo afectan el bolsillo, también impactan en el acceso a la salud.
El martes 19 de julio, el Ministerio de Salud de acuerdo con el Gobierno Nacional y representantes de la industria farmacéutica, en el marco de la política de seguimiento del comportamiento de precios en el mercado de medicamentos, se publicó un anuncio en el cual el sector está obligado a mantener una trayectoria predecible de precios. De esta manera, los medicamentos tendrán un aumento máximo de hasta un punto por debajo del índice de precios al consumidor (IPC). Sin embargo, en un país donde, según datos del Indec, en lo que va de año los precios aumentaron un 56,4% y el salto interanual del IPC fue del 78,5%, son pocos los medicamentos que han cumplido con esta norma.
“Es preocupante la aceleración de los precios de los medicamentos. Tanto en internación ambulatoria como de alto costo, tienen un gran impacto en el bolsillo de la población y en el acceso a la salud para todos los ciudadanos como parte imprescindible del bienestar físico y mental”, afirma Mario Koltan, Presidente de Boreal Salud y miembro de CEMPRA (Cámara de Entidades de Medicina Privada de la República Argentina), que a su vez es parte del Observatorio de Medicamentos de la Unión Argentina de Salud.
En los últimos 4 meses, los medicamentos de internación (especialmente sueros y los que son para pacientes de terapia intensiva) tuvieron un alza superior al 32%, es decir muy por encima de los índices de inflación. En materia de medicamentos ambulatorios, algunos de ellos, como Acemuk, Amoxidal duo, Hipoglos, Losacol, Rivotril, Ventolín, entre otros, incluso han violado los acuerdos de incremento de precios según los datos suministrados por la consultora PxQ.
Por su parte, en el caso de los medicamentos de alto precio, lo que en algún momento significaba el 8% de incidencia en el costo de insumos, hoy ya constituye una proporción mucho mayor que supera el 50% de los medicamentos que se usan, se consumen y se prescriben a los pacientes en el país.
En este sentido, actualmente la participación de los medicamentos dentro del costo de salud va ocupando una mayor dimensión en la distribución de gastos. Lo que antes se dividía de manera más significativa en la prestación de la prescripción médica, atención de profesionales o gasto sanatorial, hoy el gasto de medicamentos supera el 32% del total de los costos en salud, lo cual no solo afecta a los pacientes y consumidores, sino también conspira en contra de mejores retribuciones salariales a los profesionales y prestadores de salud, tanto de obras sociales como empresas privadas.
“Indudablemente por parte de los laboratorios, no podría decir todos, pero sí en general, hay una conducta de posición dominante. Tienden a incumplir los acuerdos con el Estado Nacional de ajustar precios por debajo de los índices de precio al consumidor como se había pactado con el Ministerio de Salud de la Nación, nada indica que debería ajustarse por encima del mismo, el dólar ajusta hasta el mes de agosto en un 41% y los medicamentos en lo que va del año ya ajustaron por encima del 66%.”, agregó Koltan.
De acuerdo con estas cifras, para el sector resulta urgente que las entidades estatales intervengan con medidas más enérgicas de ordenamiento y disciplinamiento desde las instituciones productoras de medicamentos en la Argentina tanto nacionales como extranjeras. En pro de garantizar el abastecimiento a las necesidades de cada individuo y favorecer a todos los eslabones que hacen parte de la industria farmacéutica y de salud, defendiendo los intereses de todos los argentinos.