La transformación digital en las organizaciones de salud es más compleja de lo que parece. A raíz de la pandemia, muchas instituciones del sector implementaron soluciones de telemedicina, historia clínica electrónica y sistemas de turnos online pensadas como “soluciones innovadoras”. Pero con frecuencia se observa que esas herramientas no funcionan como deberían y que nadie las está evaluando. A menudo, generan fricciones en los pacientes y les ocasionan malas experiencias. Lo que en realidad hace falta para hablar de una verdadera transformación digital en el sector de la Salud es centrar la actividad en el usuario y analizar su recorrido para encontrar los “puntos de dolor” y poder resolverlos. De otra manera, se estará gastando dinero en vano.
Vivimos una transición de los sistemas de la salud gestionados por herramientas muy antiguas que demandan una aceleración urgente. Pero para esto es preciso cambiar el mindset que indica que la tecnología “viene a reemplazar al médico” y entender que, en realidad, estas innovaciones sólo pretenden ayudar, impactar positivamente y humanizar los sistemas de salud.
Hoy, la mayoría de estos sistemas se encuentran en estadios bastante embrionarios con relación a la tecnología, sin poder satisfacer las demandas de los pacientes. Innovar es mucho más que incorporar un chatbot o implementar la telemedicina. Estas son soluciones que apuntan a acelerar digitalmente un proceso. Para innovar de manera sustentable, lo primero que hay que hacer es efectuar un diagnóstico de la situación real. Luego, pensar para qué se quiere innovar, dónde se quiere llegar y cómo se lo hará. Por último, habrá que delinear una hoja de ruta y definir cuáles serán los pasos para llegar al objetivo.
Enfoque estratégico
En la actualidad, la innovación es una necesidad ineludible para las instituciones de salud, que necesitan automatizar toda una serie de procesos para hacerle la vida más fácil a los pacientes y a su propio personal. Pero, como se mencionaba, implementar tecnologías puntuales está lejos de lograr una innovación real. Para ello, es preciso contar con un enfoque estratégico y plantear un avance por etapas.
Para lograr una verdadera innovación en el campo de la salud, deberían considerarse las siguientes claves:
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Llevar adelante un diagnóstico: en manos de expertos en tecnología, con amplia experiencia en el sector de la salud y en el trabajo multidisciplinario.
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Trabajar con foco en el paciente: colocarlo en el centro de la escena y evaluar su recorrido como usuario del sistema para evitar los puntos de fricción.
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Trabajar sobre la cultura de la organización y sobre la mentalidad digital de los colaboradores, incluyendo al directorio.
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Considerar a la innovación como un proceso continuo, que implica una mejora constante. Porque lo que hoy es un valor agregado, próximamente será un commodity.
El cuádruple objetivo
En un estadio algo más avanzado, otro de los pilares de la innovación es el trabajo con la llamada “medicina basada en el valor”, cuyo foco es mejorar la salud poblacional. Se trata de efectuar un seguimiento de los pacientes con programas de cuidado basados, por ejemplo, en herramientas de análisis de datos, en lugar de esperar que lleguen a la consulta o que se complique un cuadro clínico. Está probado que este abordaje de prevención proactiva reduce costos a futuro.
En síntesis, hoy la tecnología aplicada a la salud debe perseguir un cuádruple objetivo:
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Promover la prevención en salud.
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Optimizar costos operativos.
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Mejorar la experiencia del paciente.
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Mejorar la experiencia de los profesionales de la salud.
Este es el enfoque con el que trabaja Softtek, líder global en soluciones digitales que cuenta con un equipo de aceleración digital especializado en innovación para el sector de la salud. Diego Pereyra, experto en Salud de la vertical de Healthcare & Insurance de Softtek, explica que si bien la mayoría de los clientes de la compañía se encuentra aún en una etapa embrionaria en su proceso de aceleración digital, se espera que en un futuro próximo puedan implementar soluciones de avanzada, tales como “digital twins” o “entornos inmersivos”. ¿En qué consisten? “Digital twins propone generar una institución paralela virtual donde se pueda simular una institución de salud y cómo se comportaría ante distintos tipos de situaciones. Esto permite testear escenarios en un gemelo digital para validar si un proyecto resulta viable o no, antes de implementarlo en el plano real”, explica. Los “entornos inmersivos” son una solución especialmente pensada para un tipo de institución de salud en particular, como por ejemplo, grupos de alcohólicos anónimos, grupos de recuperación de adicciones, inclusive pacientes psiquiátricos que son parte de grupos participativos. También resultan particularmente útiles para favorecer la educación sexual dentro de las áreas de ginecología y urología, en donde se reciben pocas consultas de los pacientes adolescentes por una cuestión de pudor, según detalla Pereyra. “Un entorno inmersivo puede resultar de gran ayuda para habilitar ese tipo de consultas”, completa.
Según el experto, hoy en día cualquier sistema de Salud debería contemplar un presupuesto específico a la innovación: “Este presupuesto debe ocupar uno de los primeros cinco lugares dentro del presupuesto anual, puesto que generará un retorno rápido de la inversión, impactará positivamente en la reducción de costos, optimizará los procesos, permitirá que más gente quiera trabajar en la compañía y aumentará la satisfacción de los clientes. Es uno de los puntos de los que nos está hablando la OMS”.