En una hora de charla en Instagram live con @barbi_cabo, el humorista, productor y músico contó anécdotas insólitas ¿Por qué Marcelo Tinelli está «enojado» con él?
“El que empezó y me dejó de seguir como seis veces es Marcelo Hugo Tinelli. Me llamaban del Bailando…, yo decía que no y me dejaba de seguir… Me volvía a seguir, me decía que me iban a llamar, otra vez le decía que no y me dejaba de seguir…. Se ve que al toque se entera… No tengo confianza como para mandarle un mensaje para preguntarle por qué…”, le reveló Migue Granados a la instagramer y periodista Barbi Cabo, en una charla donde la redes, el humor y la “grieta” televisiva también estuvieron presentes.
“Un día entré a ver el Instagram de Messi y decía ‘Seguir también’. ¿Qué? ¿me está siguiendo? Increíble… Es mi seguidor con más seguidores. Igual no es un fan así, regalón de likes o comentarios, pero sigue mi cuenta de Instagram”, reveló sobre quiénes son los famosos que ven sus post y videos en esa red social, entre los que se cuentan el jugador del PSG de Francia y la Selección, Ángel Di María; o la reciente incorporación argentina a la NBA, Facundo Campazzo.
“Me parece re groso lo que hace gente como Santi Maratea. La gente lo bardea y el chabón hizo más que el Gobierno por el hospital, una fortuna juntó”, dijo Granados sobre la colecta del influencer, que logró reunir más de dos millones de pesos en dos días para comprar una ambulancia, destinada al hospital de un pueblo wichi de Salta.
Cada tanto, principalmente en Twitter, Migue aparece envuelto en alguna polémica por alguna frase o comentario. “Las redes sociales son como jugar al ring raje: hay gente que está al pedo y se pone a buscarte tuits viejos para ver por dónde puede bardearte, por donde puede perjudicarte. La verdad no me jodió en lo más mínimo, más allá del momento puntual. Porque además son cosas sacadas de contexto, que enseguida pierden vigencia”, dijo.
“Hay gente que hace un tour por su casa y lo sube a Youtube. No me parece, no soy de esos. Más de una vez me dicen ‘ché, te crucé en tal lado y ni bola….’ Una vez estaba en la guardia de un hospital, mi hija con fiebre y cagado hasta las patas y viene una a pedirme una foto. ’Ah pero al final sos terrible ortiva’, me dijo… Me dio mucha bronca”, contó sobre un episodio que vivió con una seguidora estando en la guardia de un sanatorio.
“Era cero bardo, muy tranqui de chico”, confiesa Migue que de grande, pese a su “apariencia viking”, es un “sensi”. “Vivo rodeado de gente sensible, lloro con Emily Paris…”, dice.
“Todo el humor que hago es muy básico, tanto en mis redes sociales como en la radio. En sí mismos esos chistes son una burla. Yo me río de los gordos porque me río de mismo, si soy gordo No porque me burle del gordo, no porque quiera reírme del otro”, dijo sobre alguna de sus frases polémicas.
“No soy un tipo jodón todo el tiempo, no es que hablo y todos se ríen. Eso me pasa solo con un grupo de amigos, que nos reímos de pavadas. Como que tenemos la memoria RAM baja…”, confesó.
Sobre la “grieta” de conductores que se dio en lo ’90 y él vivió cuando Pablo –su papá- era parte del staff de Marcelo Tinelli: “Siempre hubo esa especie de división entre tinellescos y pergolinescos… Estaba el grupo ese que decía que cada vez que hablaba Tinelli se suicidaba un libro. Eran lo que miraban a Pergolini, los cancheros que miraban CQC porque Tinelli era re grasa”.
“Esa gente también miraba Todo por dos Pesos, que parecía tener un permiso especial para el absurdo. Ellos cerraban una manguera y decían ‘mirá, matamos un chorro’ y lo tenían permitido, todos se morían de risa con eso. Ese sketch lo llegaban a hacer Pachu o Miguel del Sel con Marcelo y los mataban a ellos, los crucificaban”, dijo.
En otro segmento de la entrevista, Migue también habló de la profesión: “nunca me la creí. Hay gente que hace tres shows de stand up y se autodenomina artista y creo que cuando te asumís así perdés frescura. Siempre hay temor a perder el laburo, a que se agote. Es como que la vida es una caja que te trae tres regalos, tres buenos y tres malos. Si los tres regalos buenos te vienen juntos cuídate, porque atrás te vienen los malos”.
“Esto no es un pensamiento apocalíptico: hay que pensar muy bien para que eso bueno no se agote. Mi viejo es uno de esos que en plena pandemia y cuando parecía que el laburo se agotaba, se reinventó en las redes y hoy le va muy bien”, concluyó.