La chica estaba enferma de cáncer y se encontraba viviendo en Córdoba. Había pedido ver a su padre pero las autoridades sanitarias de la provincia no lo dejaron ingresar por no presentar un hisopado Covid negativo.
La triste noticia se conoció en la madrugada de este viernes. Solange Musse falleció en el Sanatorio Allende de la ciudad de Córdoba, adonde había sido trasladada desde la localidad de Alta Gracia por encontrarse en grave estado.
La joven había solicitado ver a su padre, quien salió desde Neuquén a Córdoba el sábado 15 de agosto. Pablo Musse llegó al puesto de control sanitario de Huinca Renancó, el domingo por la mañana. En el lugar, tras efectuarle dos pruebas rápidas de Covid-19, le dijeron que no podría seguir el viaje sin presentar un certificado con el hisopado (PCR) con resultado negativo.
Finalmente, Solange no pudo cumplir su último deseo. Murió sin poder ver a su padre, quien al enterarse de la noticia declaró: “Tengo todos los permisos. Tengo el resultado del hisopado, tanto que me rompieron las pelotas con el COVID ese de mierda… Me lo hice el lunes y me dio negativo. Estos hijos de puta no me dejaron pasar para ver a mi hija. Esto no va a quedar así”.
El hecho no hace más que poner nuevamente sobre la mesa, la discusión sobre los derechos que se encuentran afectados producto de las medidas tomadas por el Estado para la prevención del Covid. Pero en este caso en particular, todo el mundo sabía la fragilidad del caso. Se sabía que había sentimientos y situaciones extremas que lamentablemente no tienen segunda opción. Así y todo, nadie hizo nada.
¿Será algo de la nueva normalidad? Porque es muy difícil de entenderlo. El virus nos tiene que dejar como enseñanza la solidaridad y la compañía a quien lo necesita. Por eso, es difícil de entender ¿Cuándo nos convertimos en insensibles?