Desde lo ocurrido con Cristina Kirchner y Mauricio Macri en 2015 y más cercano en el tiempo entre Donald Trump y Joe Biden en 2021 en los Estados Unidos, los no paso de mando entre saliente y entrante se comenzaron a tradicionalizar en América, tanto que ahora es el turno de Jair Bolsonaro, quien no estuvo presente en la ceremonia donde Lula Da Silva volvió a asumir como Presidente de Brasil.

Jair Bolsonaro cerró su presidencia con un discurso para agradecer el acompañamiento de los más de 58 millones de brasileros y brasileras que lo votaron, y luego partió hacia Estados Unidos en un viaje que planeo para pasar Fin de Año, motivo por el cual no estuvo presente en el acto de asunción de Ignacio Lula Da Silva, el 1° de enero, fecha tradicional para las asunciones de mandatarios brasileros.

Las elecciones en Brasil resultaron ser extremadamente polarizadas y el actual Presidente aseguró que no confiaba en los resultados finales que le dieron a Lula la presidencia en instancia de segunda vuelta electoral. La campaña incluso resultó violenta entre ambos bandos, donde se registraron decenas de fallecidos por enfrentamientos y amenazas de todo tipo a posterior de los comicios.

El no pase de mando recuerda a lo ocurrido en Argentina aquel 10 de diciembre del 2015, cuando Mauricio Macri asumió la presidencia con el pase de mando realizado por el entonces Presidente de las «doce hora» Federico Pinedo, quien asumió ese lugar por ser Presidente Provisional del Senado de la Nación y tras un fallo de la justicia que aseguraba que el mandato de Cristina Kirchner finalizaba a las 00:00 del día 10 de diciembre por lo que Pinedo asumía ese lugar por cuestiones de acefalía.

En los Estados Unidos, el 20 de enero del 2021, Donald Trump desconoció por completo los resultados electorales, al punto tal de que fomentó manifestaciones de sus seguidores que incluyeron la toma del Capitolio en uno de los hechos más bochornosos de la historia democrática del país. En ese contexto, Trump se fue a una de sus residencias y no realizó el pase de mando formal a Joe Biden su sucesor, algo que si hizo el Vicepresidente saliente Mike Pence.

Un hecho que comienza a tradicionalizarse peligrosamente para la democracia de los países americanos.