En su última actualización ya no se podrá construir, una modificación que cambiará la esencia del juego y traerá grandes consecuencias para sus jugadores.
Este año el Fornite cumple 5 años desde su lanzamiento, y a través del tiempo fue cambiando su jugabilidad con nuevas actualizaciones, algunas más grandes que otras. En la última, llamada “Resistencia”, Epic Games sacó entre sus aspectos “la construcción”, una de las mecánicas protagonistas del juego.
La trama del juego, que tiene varios modos que cambian los objetivos, consiste en una gran cantidad de jugadores dentro de una isla que tienen que sobrevivir. Para ello cuentan con armas, que van encontrando a lo largo de la partida y, hasta ayer, contaban la posibilidad de construir paredes, pisos y techos de forma casi instantánea.
Para compensar la falta de la construcción, el juego trajo nuevos aspectos: El primero de ellos es que cada jugador tendrá un “escudo adicional” que le permitirá tener mayor cantidad de puntos de vida. Este, a diferencia de lo que ya estaban acostumbrados los jugadores, se recargará automáticamente.
Otra de las modificaciones que trajo “Resistencia”, a raíz de la falta de construcción, es que cada jugador podrá colgarse y trepar a las superficies de forma libre. Muchas veces cada uno debía construir rampas o escaleras para poder llegar a distintos lugares, ahora deberá colgarse y treparlos.
Además, la nueva actualización vino con un aumento en la velocidad de movimiento de cada personaje; su velocidad es mayor y cuenta con un modo de carrera “superrápida” que se puede utilizar por tiempo determinado hasta que vuelva a cargarse.
Estos cambios trajeron controversias en la comunidad del Fornite, hay quienes dicen “haberse adaptado rápido” y estar a favor de todos ellos, pero también hay fanáticos que ya extrañan la vieja jugabilidad.