A pesar de las polémicas que generó su implementación en un inicio, el pase sanitario se instala cada vez con mayor fuerza en la República Argentina y ahora, lo que hasta ahora era para lugares públicos cerrados, se extiende al transporte público de media y larga distancia, al menos, en la provincia de Buenos Aires.

El pase no es más que la acreditación en personas mayores de 13 años, de al menos dos dosis de la vacuna contra la Covid-19 mediante las aplicaciones «VacunatePBA», «Mi Argentina» o «el carnet de vacunación en formato cartón o tarjeta». Para el transporte público comenzó a regir tras la publicación en el Boletín Oficial de la resolución conjunta N°1 de los ministerios de Salud y Transporte de la provincia de Buenos Aires.

De acuerdo a la medida,  es «requisito obligatorio para la utilización de servicios públicos de transporte de pasajeros por automotor, de carácter regular y/o especializado, aledaños a Ciudad Autónoma de Buenos Aires (media distancia) y servicios interurbanos y/o rurales de larga distancia, además de cumplir con los protocolos, recomendaciones e instrucciones de las autoridades sanitarias».

Hasta el momento, el pase era solicitado en el acceso a centros culturales, obras de teatros o recitales, gimnasios o canchas de fútbol 5, cines y eventos deportivos masivos, salones de fiestas y boliches, bares y restaurantes y organismos públicos y privados para la realización de trámites y para el personal que atiende al público, como así también ceremonias religiosas.

A pesar de esto, según las personas que asisten a este tipo de lugares, son muy pocos los sitios que realmente estaban solicitando la documentación para poder acceder a dichos recintos.

A su vez, la normativa establece que «las empresas concesionarias o permisionarias de servicios públicos de jurisdicción provincial tendrán a su cargo el contralor de la acreditación del Pase Libre Covid en forma previa al inicio del servicio, debiendo impedir el ascenso de personas usuarias que no cumplan»