Los datos del INDEC solo le pusieron números a una realidad que se ve en las calles y se siente en el humor de los ciudadanos. La pobreza alcanzó niveles que no se registraban hace 16 años.

Cuando el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos dio a conocer que el índice de pobreza en Argentina había alcanzado el 40.9%, generó dolor pero no sorpresa. La crisis económica que arrastra el país hace años y la profundización producto de la pandemia son causas claves de un problema que ya es estructural.

El indicador se incrementó más de cinco puntos en relación al último semestre del 2019, abarcando el período gran parte del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio que impidió a muchas personas llevar adelante las actividades que son su fuente de ingreso. Principalmente el impacto lo sufrieron quienes realizan “changas” o trabajo en negro que los llevó a no percibir su salario por varios meses.

El porcentaje, que alcanza a 2.85 millones de hogares se traduce a 18.5 millones de personas que a lo largo y ancho del país no alcanzar sus necesidades básicas. Asimismo, en relación a la indigencia, alcanzó el 10.5% lo que equivale a 4.8 millones de argentinos que no pueden cubrir la canasta básica alimentaria.

Todos los números son preocupantes y dolorosos, pero pensando a futuro, es alarmante que el 56,3% de los niños de 0 a 14 años estén por debajo de la línea de la pobreza. Hay que tener en cuenta que estos chicos que no podrán tener los recursos necesarios para el crecimiento y desarrollo en sus primeros años, algo fundamental para el resto de su vida.

Si se analiza geográficamente, el porcenajte de incidencia que tiene la pobreza en cada una de las zonas del territorio argentino es equilibrado. El Noreste es donde el índice es más representativo con el 42.8%, seguido por el Gran Buenos Aires (GBA) con el 41.6%. En relación a las regiones con menor índice, igualmente es elevado cercano al 40%, ya que Cuyo posee el 39.5% y la Patagonia el 37%. La provincia con mayor incidencia es Entre Ríos donde más de la mitad de la población (52.2%) es pobre, y la de menor es Santa Cruz con el 28.7%

En relación al análisis regional, Argentina superó a Bolivia y es el segundo país de Sudamérica con mayor índice de pobreza. Solo es superada por Venezuela, país que se encuentra inmerso en una crisis sin precedentes y posee un nivel de pobreza del 96%.
El país se encuentra cerca de los peores índices de los últimos años, cuando producto de la hiperinflación y el 2001 alcanzó entre el 50 y el 57%. Los especialistas afirman que luego de crisis tan profundas, los niveles bajan pero nunca al mismo estado que previo al estallido sino que se estabilizan por encima.

El panorama para los próximos meses no parece alentador. Mirando al horizonte cercano difícilmente se pueda lograr una mejoría en la situación con índices que no paran de pintarse de color rojo. Lo más grave, es pensar las consecuencias a futuro que traerá esta situación, las generaciones afectadas y lo difícil que será volver a reconstruir un tejido social que, hoy, está roto por donde se lo mire. Pobre Argentina.