Ley Madre, Ley de Leyes, se la puede mencionar de muchas formas. Al fin y al cabo se trata de la Ley de Presupuesto, pero no es una más. De su sanción depende la organización económica del país, aunque sean muy pocas las veces que realmente se termine cumpliendo en su totalidad. El rechazo de la Cámara de Diputados, lo pone al gobierno en una situación similar a lo ocurrido en el año 2011 con Cristina en el poder.
«La Ley de Presupuesto Nacional es el acto legislativo que, sobre la base del plan de gobierno elevado por el Poder Ejecutivo, dispone la planificación anual de la actividad financiera del Estado y refleja una política presupuestaria única para todo el sector público, con incidencia en aspectos de naturaleza política, económica y social» afirma la definición de la medida.
El Presupuesto Nacional cuenta con cuatro etapas: formulación, aprobación, control y ejecución. En el caso del 2022, no pasó la segunda de las etapas y según afirmaron los legisladores, el motivo se debe a fallas en la primera instancia que no se condicen con la realidad.
La Formulación, según la norma, es la etapa de elaboración del presupuesto, que consiste en un proceso de programación en función de las políticas y objetivos contemplados en el plan de gobierno. A través de un complejo sistema normativo se van formulando anteproyectos por jurisdicciones y entidades, sobre la base de los “techos” presupuestarios solicitados por cada jurisdicción o entidad, normas que impongan nuevas imputaciones presupuestarias, planes estratégicos, presupuesto preliminar, políticas jurisdiccionales, etc., cuyo resultado final es el proyecto de ley que se presenta antes del día 15 de septiembre del año anterior al ejercicio a ejecutarse.
Según los legisladores opositores que rechazaron la etapa de aprobación en la Cámara de origen, los número no tenían una vinculación con la realidad e incluso, trataron al proyecto como de un «presupuesto ficticio». De esta forma, con 132 votos de la oposición frente a los 121 del oficialismo y aliados, se puso fin a la posibilidad de tener Presupuesto 2022.
De esta forma, lo que no se tendrá es posibilidad de ejecución, por lo que el gobierno deberá realizar una distribución de partidas sin una base normativa que establezca los criterios. Una de las opciones que se analiza por estas horas en la Casa Rosada es la de prorroga mediante Decreto de Necesidad y Urgencia, el correspondiente al 2021.
Uno de los puntos que más preocupa por estas horas en relación a la no aprobación, más allá de los aspectos ejecutivos, es lo que corresponde a la negociación con el FMI, siendo que el Ministro de Economía deberá sentarse a hablar con el Fondo sin un presupuesto nacional aprobado y tampoco consensos logrados.