Cada vez son más las personas que se acercan a las clases de Yoga en busca de calmar la mente y mejorar la flexibilidad de sus cuerpo. Muchos también, llegan el primer día con el prejuicio de que se aburrirán en la práctica o con la idea de que esta es una actividad para “gente mayor”, y poco después de empezar a moverse en el mat, se dan cuenta de lo equivocados que estaban.
Hay estilos de Yoga para todos los gustos: más o menos intensos, con asanas particulares (posturas), con vinyasanas específicas (secuencias), con elementos, con ejercicios de pranayama (respiración) y meditación. Siempre en la búsqueda del autoconocimiento y de poder lograr, con la práctica sostenida, el equilibrio entre el cuerpo, la mente y espíritu.
Si esta actividad te llama la atención o tenés una amiga o amigo que te insiste para que la/o acompañes a su clase, te dejamos algunos beneficios (de los muchos que tiene) para terminar de convencerte y que no lo pienses más. Dale, hacele la segunda y andá a probar una clase, no te vas a arrepentir.
1 – Fortalece los huesos y músculos.
2 – Ayuda a la oxigenación del cerebro.
3 – Mejora la concentración.
4 – Reduce el estrés y ayuda a dormir mejor.
5 – Aumenta la capacidad pulmonar.
6 – Incrementa la flexibilidad y el equilibrio.
7 – Refuerza el sistema inmunológico.
8 – Equilibra el sistema nervioso.
9 – Desarrolla la autoestima.