El regreso de la época invernal a Europa confirma uno de los principales temores que tenían los gobiernos y la Organización Mundial de la Salud: el rebrote. Incluso, en relación a la cantidad de casos los números son más preocupantes que la primera ola ocurrida a principio del 2020.

Mientras Sudamérica intenta bajar su curva de casos, luego de ser epicentro de la pandemia durante varios meses, el retorno del frio al viejo continente lo convierte nuevamente en el foco de atención. Europa hoy es el territorio donde el virus progresa más rápido, con una media diaria superior a 220.000 nuevos contagios en los últimos siete días.

Con estos datos, el incremento es del 44% con respecto a la semana anterior y el promedio de fallecidos alcanza los 2.000 diarios. En este marco, muchos países como España, Francia y Alemania han comenzado a establecer nuevamente restricciones para evitar un nuevo colapso sanitario que repita imágenes como las de marzo o abril, las cuales no queremos volver a ver.

El Covid-19 lejos de desaparecer, el martes 27 de octubre marcó un récord en el mundo con más de medio millón de contagios. En total se contabilizaron 516.898 nuevas positivos y 7.723 fallecidos.

Mientras las idas y vueltas de la vacuna hacen que la esperanza siga latente, los números ponen en juego nuevamente la desesperación ante una historia que parece nunca acabar.