Hernán Cuevas, actor de División Palermo, estuvo en el aire de Cuatro Giros, por FM Late 93.1 y conversó con Seba Alonso sobre su papel en la serie éxito del momento y acerca de su vida.

«Estamos educando y esta es una forma de poder agarrar a la gente de otra forma», aseguró Cuevas en relación a la serie y las temáticas inclusivas que trata desde una mirada del humor. «Cuando salió Esperando la Carroza, con los militares y un país que no se podía reír de la muerte, ellos agarraron un tema y lo hicieron sonrisa».

«Esto es lo que me gusta y lo que quiero hacer, ¿Me voy a dejar vencer porque la gente diga que no?».

Hernán tiene 33 años y estudió actuación en la Universidad Nacional de las Artes (IUNA), carrera que dejó aproximadamente a mitad de camino. A pesar de ello, logró convertirse a fuerza de su trabajo en actor, director y dramaturgo. En ese sentido aseguró: «Si no hay papeles para mi, me los invento» y revindicó la idea de la insistencia para conseguir los objetivos que uno se propone: «Si el tren parece que se te pasó, te bajas a las vías y caminas».

En dialogo con Cuatro Giros Radio, también habló sobre el estreno de su nueva obra, «Los gritos no sagrados» y contó «Quise hacer una maquina del tiempo con la obra, sobre cómo vendían una cosa cuando en realidad estaba pasando otra».

Desde un punto de reflexión acerca de las temáticas vinculadas a la cotidianeidad el actor aseguró que «La sociedad argentina tiende a repetir errores y a que nadie haga nada».

A su vez, se mostró muy feliz por su actualidad tras el papel en la serie División Palermo y contó acerca de la devolución constante que recibe del público: «A mi me da mucha felicidad recibir muchísimos mensajes diciendo ‘me falta un brazo, nunca pude ser actor, pero ahora que te veo quiero intentar hacerlo'».

Incluso, aseguró que le transmiten que la serie ha funcionado como instrumento de reflexión para las familias y como instrumento de ayuda para aquellos padres que buscan mostrarle a sus hijos la importancia de no dejarse influir por la mirada ajena: «Una mujer me dijo el otro día ‘puedo dar algo a las hijas para ver y que se sientan valorizadas y empoderadas para poder salir a la calle y que no sientan que la mirada ajena no es de lastima'». En tal sentido, remarcó lo importante que hubiese sido en su crecimiento contar con un instrumento de acompañamiento y apoyo como lo es esta serie:  «Me hubiera encantado de pibe haber tenido un programa que reflejara mi situación»