En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la visualización de situaciones de violencia de genero que deben pasar las mujeres se hace aún más amplia y uno de los casos es el que ocurre en las redes digitales, donde las víctimas se encuentran más expuestas y los acosadores cuentan con más herramientas para cometer sus actos.

Según el informe Ciberpandemia realizado por BTR Consulting sobre una muestra de alrededor de 3 mil personas de entre 15 y 45 años:

  • “El 47% de la población se ha sentido acosada por un tercero en alguna red social o medio digital, y en el 56% de los casos son mujeres. Las plataformas se utilizan cada vez más para perpetrar abusos domésticos”.
  • “El 85% de las personas abusadas on-line fueron violentadas también off-line por la misma pareja. El abuso doméstico on-line puede incluir comportamientos como el monitoreo de perfiles de redes sociales o correos electrónicos, compartir fotos o videos íntimos sin su consentimiento, usar localizadores GPS o software espía, abuso en redes sociales como Facebook, TikTok o Twitter, en las que se constató que el 60% de las mujeres y niñas usuarias fueron víctimas”.
  • “Desde el acoso online hasta la pornovenganza, los casos de violencia y extorsión digital se han disparado, incluida la filmación ilícita o streaming no autorizado, la distribución de fotos de desnudos y el upskirting, la filmación subrepticia o la toma de fotografías debajo de la ropa de niñas y mujeres, tendencias cada vez más frecuentes como el voyerismo y el cyberflashing; el envío de las imágenes íntimas no solicitadas.
  • Instagram es el sitio de redes sociales donde la mayoría de los jóvenes informan haber experimentado acoso cibernético, y el 47% de los encuestados experimentan acoso en la plataforma”. 

SEXTORSIÓN: ENGAÑO Y ESTAFA

“Las estafas de sextorsión no son nuevas. Muchas de ellas emplean técnicas de engaño digital y se despliegan al azar desde servidores clandestinos y anónimos, utilizando contenido/imágenes producidos dentro de una relación de confianza que una vez rota facilitó la viralización de las imágenes o a partir de un engaño en manos de un estafador que induce y manipula a su víctima. Las víctimas de este tipo de estafas eran por lo general mujeres jóvenes, típicamente atacadas por alguien con quien mantuvieron una relación o conocieron on line y que estaba en posesión de imágenes privadas o sexuales de ellas.

“Más recientemente, los ataques de sextorsión comenzaron a tener un crecimiento inusitado y se dirigieron a personas que nunca habían tenido contacto previo con su perpetrador. La mayoría solicita el pago en criptomonedas, generalmente bitcoin. Esta es una opción de pago conveniente para los ciberdelincuentes porque bitcoin, como dinero virtual, tiene poca o ninguna regulación legal en diferentes países. Esto lo convierte en una opción perfecta para actividades delictivas.

“La extorsión, y especialmente los correos electrónicos de “sextorsión”, son cada vez más frecuentes y pueden ser extremadamente alarmantes cuando se reciben, generalmente de madrugada, en cercanía de los fines de semana.

“Estas actividades pueden incluir datos de la vida real de las víctimas, como relaciones de pareja paralelas, amantes, actividades en sitios de citas como Tinder, eHarmony o de contenido erótico Onlyfans, Just for fans, de pornografía, etc. Se les llama estafas de sextorsión porque hay un elemento de comportamiento sexual en ellas, algo que los estafadores destacan como indeseable y vergonzoso. Por lo general, amenazan con exponer las actividades vergonzosas de la víctima al entorno cercano, amigos y familiares. Los estafadores luego piden un pago para mantener esto en secreto”.

APPS DE CITAS y Engaños Románticos:

«Existen cientos y en crecimiento de usuarios, con malas intenciones, que buscan ganarse la confianza de la víctima, hacerle creer que ha encontrado una potencial pareja, tal vez participar en sexting y luego pasar a una plataforma que permita compartir fotos y videollamadas. 

Los agresores solicitan fotos o un video para confirmación de identidad, si eso no funciona, en muchos casos enviarán una foto de “ellos mismos” en realidad de otra persona para convencer a la víctima. A medida que se vuelven más y más “reales” para la víctima, aumentan sus demandas y piden fotos o videos sexualmente explícitos. Esto puede no parecer fuera de lugar dado que enviar fotos de desnudos online se ha vuelto bastante común.  

El sextorsión no siempre ocurre en primera instancia, ni rápidamente. Muchas  personas que reciben estas fotos las envían a otros, la foto o video de una víctima puede circular online indefinidamente. Dicho material privado podría terminar en manos de un delincuente sexual que podría usarlo para coaccionar a la víctima y pedirle más material o dinero. En realidad, cualquier persona que alguna vez haya enviado una foto desnuda o un video sexualmente explícito, es una futura víctima potencial de sextorsión. Nunca podemos estar seguros de cómo se maneja, almacena, usa e incluso difunde dicho material. 

“Las víctimas expuestas al temor continuo de ser humilladas públicamente, dejan de usar las redes sociales y otras aplicaciones relevantes en un intento de escapar de su extorsionador, pero esto es difícil de conseguir, la posibilidad de que la extorsión continue por otro medio es alta. 

Compartir este tipo de material debería evitarse en una nueva relación. Si bien el sexting puede tener efectos positivos en una relación, dados los riesgos, una pareja debe establecer un alto nivel de confianza antes de avanzar en este sentido”.